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lunes, 21 de noviembre de 2016

El Papa Francisco ha concedido a todos los sacerdotes la facultad de absolver el "grave pecado" del aborto

Gran sorpresa (positiva) en la clausura del Año de la Misericordia. En la Carta Apostólica “Misericordia et misera”, presentada como cierre del Año Jubilar, el Papa Francisco concede a todos los sacerdotes la facultad de absolver el pecado del aborto de manera indefinida, un permiso que había concedido únicamente durante el Año Jubilar que concluyó ayer.

De acuerdo al derecho canónico, hasta ahora solo los obispos y algunos sacerdotes facultados por ellos tenían la facultad de perdonar este pecado debido a la gravedad del mismo, ya que implica acabar con la vida del ser humano más inocente e indefenso: el no nacido.

“Para que ningún obstáculo se interponga en entre la petición de reconciliación y el perdón de Dios, de ahora en adelante concedo a todos los sacerdotes, en razón de su ministerio, la facultad de absolver a quienes hayan procurado el pecado de aborto”.

El Papa Francisco, con “Misericordia et misera” quiere recordar que la Iglesia no puede olvidar esta actitud del cristiano que se ha puesto más de manifiesta que nunca durante el Año Santo.

“La misericordia no puede ser un paréntesis en la vida de la Iglesia, sino que constituye su misma existencia, que manifiesta y hace tangible la verdad profunda del Evangelio. Todo se revela en la misericordia; todo se resuelve en el amor misericordioso del Padre”, afirma al comienzo del texto.

La concesión del Pontífice se encuentra en el punto 12 del documento, en el que además condena de manera tajante el aborto. “Cuanto había concedido de modo limitado para el período jubilar, lo extiendo ahora en el tiempo, no obstante cualquier cosa en contrario”. “Quiero enfatizar con todas mis fuerzas que el aborto es un pecado grave, porque pone fin a una vida humana inocente”, afirma.

“Con la misma fuerza, sin embargo, puedo y debo afirmar que no existe ningún pecado que la misericordia de Dios no pueda alcanzar y destruir, allí donde encuentra un corazón arrepentido que pide reconciliarse con el Padre. Por tanto, que cada sacerdote sea guía, apoyo y alivio a la hora de acompañar a los penitentes en este camino de reconciliación especial”.

Otra novedad de “Misericordia et misera” es la institución de una Jornada Mundial de los Pobres. En su ferviente interés por los más desfavorecidos, el Papa Francisco ha pedido que esta Jornada se celebre cada año el domingo anterior a Cristo Rey: "A la luz del «Jubileo de las personas socialmente excluidas», mientras en todas las catedrales y santuarios del mundo se cerraban las Puertas de la Misericordia, intuí que, como otro signo concreto de este Año Santo extraordinario, se debe celebrar en toda la Iglesia, en el XXXIII Domingo del Tiempo Ordinario, la Jornada mundial de los pobres. Será la preparación más adecuada para vivir la solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, el cual se ha identificado con los pequeños y los pobres, y nos juzgará a partir de las obras de misericordia (cf. Mt 25,31-46). Será una Jornada que ayudará a las comunidades y a cada bautizado a reflexionar cómo la pobreza está en el corazón del Evangelio y sobre el hecho que, mientras Lázaro esté echado a la puerta de nuestra casa (cf. Lc 16,19-21), no podrá haber justicia ni paz social. Esta Jornada constituirá también una genuina forma de nueva evangelización (cf. Mt 11,5), con la que se renueve el rostro de la Iglesia en su acción perenne de conversión pastoral, para ser testimonio de la misericordia".

lunes, 14 de noviembre de 2016

Un ladrillo de la Basílica de Santa María la Mayor recordará para siempre el Jubileo de la Misericordia en la Catedral

Cierre de la Puerta Santa de la Catedral de Ávila
.. y la Puerta Santa se cerró. Tras casi un año siendo testigo del paso de peregrinos para ganar el Jubileo, la Puerta de los Apóstoles de la Catedral de Ávila se cerraba simbólicamente en la tarde-noche de este domingo, como final del Año de la Misericordia.
Era tiempo de la clausura en las diócesis, tal y como estaba previsto en la bula "Misericordiae Vultus". Y así lo hizo nuestro Obispo D. Jesús, con una Eucaristía en la Catedral, uno de los tres templos jubilares con los que ha contado Ávila. Acompañado de más de 300 fieles, y un gran número de sacerdotes, Mons. García Burillo aseguraba que "celebrar el Jubileo de la Misericordia ha significado poner en el centro de nuestra vida personal y de nuestras comunidades a Jesucristo, la Misericordia hecha carne, que hace visible para nosotros el gran Amor de Dios".

En su Homilía, hacía un balance muy positivo de lo que ha supuesto este Año de gracia para la diócesis abulense: "Hemos vuelto nuestra mirada a Cristo y hemos contemplado el misterio de la misericordia de Dios, fuente de alegría, de serenidad y de paz. Ha sido una invitación a vivir el amor de Dios mediante su perdón, a caminar con paso firme por la vía de la conversión personal y comunitaria". También tuvo palabras de agradecido recuerdo para los sacerdotes misioneros de la misericordia (D. Jorge Zazo, D. Diego Martín Peñas, D. Antonio Collado y D. Miguel García Yuste), quienes "han ejercido su ministerio incansablemente predicando, perdonando, absolviendo. Hoy les damos las gracias en nombre de la Diócesis por su servicio específico a la Misericordia divina".

Ladrillo colocado en la catedral,
proveniente de la Basílica de Santa María la Mayor
Con la mirada puesta en el futuro, D. Jesús se preguntaba ¿cómo podremos seguir viviendo de la misericordia de Dios? "Las obras de misericordia, corporales y espirituales siguen siendo los cauces más efectivos que expresan nuestro compromiso con el hombre de hoy. El ladrillo procedente de la puerta de la Basílica de Santa María la Mayor de Roma, que se abrió para el Jubileo de la Misericordia, nos lo recordará siempre en esta catedral. Señor, ayúdanos con tu gracia a perseverar en el amor". En efecto, como señalaba el Obispo en su alocución, en esta clausura del Año de la Misericordia se ha colocado en una columna de la Catedral (la que se encuentra a la derecha, junto a la imagen de Santa
Teresa, antes de llegar a la puerta de la sacristía y al Presbiterio) un ladrillo proveniente del muro de la Puerta Santa de la Basílica de Santa María la Mayor, de Roma. Un muro que había sido colocado tras el Jubileo del año 2000, y retirado tras la apertura de la Puerta Santa de dicha Basílica en este Año de la Misericordia. 

Al término de la Eucaristía, los fieles recibieron un ejemplar de la nueva Carta Pastoral de nuestro Obispo, que lleva por título "Bienaventurados los misericordiosos". Se trata de tres catequesis que nuestro Obispo predicó a los jóvenes durante la pasada Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia, por encargo del Pontificio Consejo de Laicos. Dado su origen, están escritas en un lenguaje muy accesible y directo, con lo que, a buen seguro, se convertirán en un instrumento pastoral muy adecuado para trabajarlo en parroquias, movimientos y grupos de laicos.

jueves, 10 de noviembre de 2016

Clausura diocesana del Año de la Misericordia

Este próximo domingo 13 de noviembre tendrá lugar la clausura diocesana del Jubileo Extraordinario de la Misericordia. En su bula de convocación de este año especial, el papa Francisco había previsto que la conclusión a nivel universal tuviera lugar el 20 de noviembre, último domingo del año litúrgico. Por eso, desde la Santa Sede se indicó que el domingo anterior se celebrara a nivel diocesano.

La solemne Eucaristía de clausura en nuestra diócesis comenzará a las 17 horas en la S.A.I. Catedral. Estará presidida por el Obispo de Ávila, Mons. Jesús García Burillo, quien quiere animar a todos los fieles a participar en ella para dar juntos gracias a Dios por los bienes espirituales que nos ha concedido a lo largo de este año.

Al término de esta celebración en la Catedral, se entregará a los fieles que hayan participado en la Eucaristía un ejemplar gratuito de la nueva Carta Pastoral de Mons. García Burillo, titulada “Bienaventurados los misericordiosos”. Se trata de tres catequesis que nuestro Obispo predicó a los jóvenes durante la pasada Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia, por encargo del Pontificio Consejo de Laicos. Dado su origen, están escritas en un lenguaje muy accesible y directo, con lo que, a buen seguro, se convertirán en un instrumento pastoral muy adecuado para trabajarlo en parroquias, movimientos y grupos de laicos.

Asimismo, dado que, recordamos, la diócesis contaba con otros dos templos jubilares más, un delegado del Sr. Obispo celebrará una Misa de Acción de Gracias en el Santuario diocesano de Nuestra Señora de Sonsoles el sábado 12 de noviembre a las 18 horas; y otro delegado episcopal hará lo propio el domingo 13 de noviembre por la tarde (antes de las 17 horas) en el Santuario de San Pedro de Alcántara, en Arenas de San Pedro. Se trata de celebraciones de agradecimiento por la misericordia que el Señor ha derramado en esos templos durante este año, pero no “clausuras”; la clausura oficial, propiamente dicha, será la de la Catedral, por el importante significado teológico de la Iglesia Madre de la diócesis.

miércoles, 5 de octubre de 2016

La UCAV celebra el Jubileo de la Misericordia para todos los profesores y alumnos de Ávila

La Pastoral de la Universidad Católica de Ávila (UCAV) celebrará esta tarde el Jubileo de la Misericordia para profesores y alumnos de todos los centros educativos abulenses. El Papa Francisco ha convocado este  año en la Iglesia el Año de la Misericordia. Para ganar el Jubileo, se han abierto Puertas de la Misericordia en diversos templos, tres de ellos en la diócesis de Ávila (la Catedral, el santuario de Sonsoles y el santuario de San Pedro de Alcántara en Arenas). Todos los abulenses pueden unirse a la comunidad de profesores, alumnos y personal de la Universidad y de los centros vinculados con ella, así como sus familias.

Desde la Capellanía de la UCAV, se ha querido dar la posibilidad de ganar el jubileo y la indulgencia plenaria que el Santo Padre ha concedido ​a los alumnos, profesores, personal y sus familias​. La peregrinación comienza a las 20 horas en la entrada principal de la Universidad Católica.​

Están invitados a participar profesores, estudiantes y personal de la universidad, de los Centros de estudios Diocesanos Pablo VI, Juan XXIII, La Asunción, Pronisa, Aspaym, Down Ávila, Aspace, Autismo, Alzheimer, Fibromialgia, Faema, Adema, Parkinson y la Casa Grande de Martiherrero. 

Esta iniciativa está coordinada por la Hermandad del Santísimo Cristo de los Estudiantes y María Sede de la Sabiduría, que ha invitado a participar a todas las cofradías de Ávila. ​Los alumnos de la universidad y los más mayores de los colegios portarán al Cristo en diversos tramos y participarán con lecturas, cantos y oraciones. Además se contará con sacerdotes, que confesarán durante el trayecto.​

El programa de la peregrinación será:

-20:00h Salida desde la explanada de la UCAV con el Cristo de los Estudiantes.
-20:15h Estación en la puerta del convento de la ​Encarnación.
-20:30h Estación en la puerta de la Basílica de San Vicente.
-20:45h Llegada a la Catedral y paso de la puerta Santa (puerta de los apóstoles).
-20:50h Celebración en la Catedral del jubileo.
-21:15h final.

jueves, 9 de junio de 2016

La diócesis celebra el domingo el Jubileo de los Enfermos, ancianos y discapacitados


Una vez convocado el Jubileo de la Misericordia por el Santo Padre, en el Calendario de la Santa Sede figura la fecha del domingo 12 de junio como el Jubileo de la Misericordia de los enfermos, ancianos, discapacitados. Para unirnos a la Iglesia universal, también en nuestra Diócesis  se celebrará este Jubileo el próximo domingo 12 de junio en dos templos Jubilares: en la ciudad de Ávila, en la Catedral del Salvador a las 11 horas (presidido por el Sr. Obispo); y en el Santuario de San Pedro de Alcántara, en Arenas de San Pedro a las 18 horas. El Jubileo de la Misericordia de los enfermos, ancianos, discapacitados, tendrá lugar en el marco de la Celebración de la Eucaristía durante la cual, algunas personas que han sido preparadas en sus Parroquias, recibirán el Sacramento de la Unción de Enfermos. Con júbilo, como comunidad diocesana, nos unimos a los enfermos, ancianos y discapacitados deseando para ellos las bendiciones del Padre de la Misericordia.

Dicho Jubileo irá precedido de una catequesis sobre las Obras de Misericordia que impartirá el Vicario General de la diócesis, D. Abilio Blázquez de Francisco, el viernes 10 de junio por la tarde en el Palacio de los Serrano.

Para todos aquellos enfermos que, por cuestiones de salud y/o movilidad, no puedan acercarse el domingo a los templos señalados, les recordamos que también pueden ganar el Jubileo, como explica el Papa Francisco: “Para ellos será de gran ayuda vivir la enfermedad y el sufrimiento como experiencia de cercanía al Señor que en el misterio de su pasión, muerte y resurrección indica la vía maestra para dar sentido al dolor y a la soledad. Vivir con fe y gozosa esperanza este momento de prueba, recibiendo la comunión o participando en la Santa Misa y en la oración comunitaria, también a través de los diversos medios de comunicación, será para ellos el modo de obtener la indulgencia jubilar". 

Con esta celebración, la Iglesia pone de manifiesto que en su corazón, por expreso deseo de Jesucristo, están los pobres, los ancianos, los enfermos, aquellas personas que sufren alguna discapacidad. Lo recuerda el Papa Francisco: “A la familia, en la prueba de la enfermedad, no se la puede dejar sola, la Comunidad cristiana lo sabe bien y damos gracias a Dios por las experiencias eclesiales en las que se ayuda a las familias a atravesar el difícil momento de la enfermedad y del sufrimiento. Esta cercanía cristiana, de familia a familia, es un verdadero tesoro para una parroquia; un tesoro de sabiduría, que ayuda a las familias en los momentos difíciles y hace comprender el reino de Dios mejor que muchos discursos. Son caricias de Dios”. (Audiencia 10.6. 2015)

martes, 24 de mayo de 2016

Lourdes, Fátima y Roma, destinos de las peregrinaciones diocesanas

Ya se han confirmado los lugares y las fechas para las peregrinaciones de la diócesis de Ávila en este año 2016, que organiza la Oficina diocesana de Peregrinaciones. Son las siguientes:

  • Visita al Santuario de Lourdes: esta tradicional peregrinación, que se realiza todos los años, tendrá lugar del 22 al 24 de agosto
  • Visita a Fátima: también es costumbre realizar esta peregrinación cada inicio del otoño. En esta ocasión tendrá lugar del 19 al 21 de septiembre
  • Peregrinación especial a Roma con motivo del Jubileo de la Misericordia: incluye visitas a Venecia, Padua, Florencia, Siena y Pisa, entre otros lugares emblemáticos de Italia. Se desarrollará del 10 al 17 de octubre
Para más información e inscripciones, pueden dirigirse al Obispado de Ávila (de lunes a viernes, de 10 a 14 hs), o bien en los teléfonos 920 35 39 00 y 680 569 124.

lunes, 2 de mayo de 2016

El jesuita Fernández Martos presenta su último libro en Ávila, sobre la misericordia y la entrega

Con motivo de la celebración del Año de la Misericordia, la diócesis de Ávila (a través de Pastoral Penitenciaria) ha organizado la presentación del último libro de José María Fernández Martos, jesuita, psicólogo clínico, terapeuta, visitador de prisiones y profesor durante cuarenta años de la Universidad Pontificia de Comillas. Se trata de un sacerdote que lleva muchos años trabajando en los ámbitos de exclusión (“las periferias” de las que habla el Papa Francisco).

En “Misericordia acogida. Misericordia entregada en la casa común” (Editorial Sal Terrae), Fernández Martos trata de detener la ola de globalización de la indiferencia que preocupa al papa Francisco y que impide “mirar las miserias del mundo, las heridas de tantos hermanos y hermanas privados de la dignidad”. Y quiere recordar, en este Año Jubilar, las obras de misericordia que como humildes canales vehiculan el alivio de la misericordia del Dios que es todo consuelo. Las heridas de la casa común esperan algo bueno de nosotros.

El acto de presentación de este libro, que tanta relación guarda con el Año Jubilar que estamos viviendo, se celebrará este miércoles 4 de mayo a las 19 horas en el Obispado (Plaza Teniente Arévalo, 5), y contará con la conferencia del propio autor, titulada “Vivir más y mejor cuidando lo que es de todos. El paso del yo al nosotros”. La entrada es libre hasta completar el aforo.

jueves, 28 de abril de 2016

LOS SANTOS DE LA MISERICORDIA | San Pedro Claver, misericordia hacia los lejanos

Si hablamos de misericordia, no podemos olvidarnos de los misioneros, que juegan un papel fundamental en la evangelización de los pueblos. Uno de ellos fue Pedro Claver, misionero jesuita español que desempeñó una vasta labor evangelizadora en Cartagena de Indias.

Hijo de labradores, Pedro desarrolló muy temprano una férrea vocación religiosa, y a los 15 años recibió la tonsura eclesiástica. Se trasladó a Barcelona para iniciar estudios de gramática en el Estudio General de la Universidad. Tras ello,  decidió ingresar en la Compañía de Jesús. Cuando tenía 30 años, pidió a sus superiores que lo dejaran marchar a América. Así, el provincial le envió a ayudar al padre Sandoval, que tenía a su cargo la catequización de los indígenas. En 1622 hizo su profesión con un voto muy particular: “Petrus Claver, aethiopum semper servus” (“Pedro Claver, esclavo de los negros para siempre”). Era lo que quería ser y lo que siempre fue.

El padre Claver ejerció su apostolado con total dedicación, siguiendo el procedimiento empleado por el padre Sandoval. Cuando el gobernador le anunciaba la llegada de un barco negrero, trataba de averiguar de qué región procedía su “carga”, con objeto de buscar los intérpretes adecuados para hablar con los esclavos. El religioso pasaba con ellos al buque negrero, al que llevaba regalos como naranjas, limones, tabaco, pan o aguardiente. Bajaba a las bodegas y decía a los esclavos que estaba allí para cuidar de que los blancos les trataran bien; les aseguraba que no iban a matarlos, como a menudo creían, y les alentaba a abrazar la fe cristiana, para lo que debían instruirse. Luego preguntaba por los enfermos y los niños nacidos en la travesía, a quienes dedicaba sus cuidados de urgencia. Cuando le impedían subir al buque negrero, hacía lo mismo en los almacenes donde se hacinaban los esclavos. Claver repetía las visitas varios días, y dedicaba después varias horas a la catequesis por medio de los intérpretes. Esta labor solía hacerla en un patio, ante un cuadro de Jesús crucificado, y terminaba con el acto de contrición. Cuando los catecúmenos estaban bien instruidos procedía a bautizarlos, y luego les entregaba unas medallas de plomo que tenían impresos los nombres de Jesús y María.

Con el tiempo, no llegó a necesitar de intérpretes, pues aprendió a hablar en varios dialectos, reuniendo alrededor suyo a un numeroso grupo de catequistas. Esta entrega le sirvió para convertirse en “Patrón universal de las misiones entre las poblaciones negras”

martes, 15 de marzo de 2016

LOS SANTOS DE LA MISERICORDIA | Teresa de Calcuta, misericordia con los más pobres

Todos recordamos a la Madre Teresa de Calcuta, de aspecto frágil y mirada cándida. Una mujer que hizo de la entrega a los pobres su razón de vida. Una verdadera santa en vida, que subirá a los altares este 2016, ya que será canonizada el próximo 4 de septiembre.

Agnes Gonxha Bojaxhiu nació en Skopje (la actual Macedonia) en 1910, en el seno de una familia católica albanesa. La profunda religiosidad de su madre despertó en ella la vocación de misionera. Apenas hechos los votos con 18 años (cuando eligió el nombre de Teresa para profesar), se marchó a Calcuta, ciudad con la que habría de identificar su vocación de entrega a los más necesitados, y que marcaría su nombre de por vida. Allí ejerció como maestra casi 20 años. Sin embargo, la profunda impresión que le causó la miseria que observaba en las calles de la ciudad la movió a solicitar a Pío XII la licencia para abandonar la orden y entregarse por completo a la causa de los más desfavorecidos, marcándose un objetivo claro: “Quiero llevar el amor de Dios a los pobres más pobres; quiero demostrarles que Dios ama el mundo y que les ama a ellos”.

Madre Teresa siempre tenía una sonrisa abierta y un abrazo maternal para pobres, leprosos y marginados. Una caridad que le nacía de la contemplación eucarística: “¿Habéis visto con cuánto amor y delicadeza trata el sacerdote el cuerpo de Cristo durante la Misa? Tratad de hacer lo mismo en la casa de los moribundos: allí está Jesús bajo la apariencia del dolor”. Una identificación eucarística plena, que se configuró como la propia identidad de la Congregación de las Misioneras de la Caridad, que ella misma fundó. Esa fe, esa presencia real de Cristo en sus obras era su razón de ser: “la diferencia entre nosotras y los trabajadores sociales está en esto: en que ellos trabajan por algo, mientras nosotras trabajamos pro Alguien. Nosotras servimos a Jesús en los pobres. Todo lo que hacemos - oración, trabajo, sacrificios - lo hacemos por Jesús. Nuestras vida no tienen ningún sentido, ninguna motivación fuera de Él, que nos ama hasta el final. Sólo Jesús es la explicación de nuestra vida”.

El enorme prestigio moral que la Madre Teresa de Calcuta supo acreditar con su labor en favor de “los más pobres entre los pobres”  le llevó a ser santificada no sólo por aquellos a quienes ayudaba sino también por gobiernos, instituciones internacionales y poderosos personajes, consiguiendo el premio Nobel de la Paz en 1979.

domingo, 6 de marzo de 2016

"Testigos de misericordia"

Queridos diocesanos:

Este domingo 6 de marzo, Día de Hispanoamérica, la Iglesia de España recuerda a los misioneros que entregaron y entregan, día a día, su vida al servicio de la evangelización de los pueblos americanos. Es un hecho significativo que en la actualidad haya más de 9.000 misioneros y misioneras españoles cooperando con las Iglesias locales de América. En su mayoría son religiosos, pero también hay unos mil sacerdotes diocesanos y más de medio millar de laicos españoles, muchos de ellos enviados como familias misioneras.

El recuerdo, la oración y la ayuda a todos ellos se da en pleno curso del Jubileo Extraordinario de la Misericordia. Por eso, el lema elegido para este día «Testigos de misericordia», es una forma de hacer efectiva la respuesta a la invitación del Papa a «contemplar el misterio de la misericordia» (MV 2), a dejarnos abrazar por el amor compasivo de Dios y a convertirnos en discípulos, testigos y misioneros de su misericordia.

El Papa Francisco, en su viaje apostólico a la Diócesis de Morelia, Méjico, hizo memoria agradecida de un “misionero” abulense, Vasco de Quiroga, un evangelizador de primer orden en América «que amó tanto este lugar que se hizo hijo de esta tierra». Este abulense, nacido en Madrigal de las Altas Torres, fue enviado en 1530 para representar al rey en esos territorios que recibían el nombre de Nueva España. Siendo juez de la Segunda Audiencia, destacó de tal modo por su vida austera y por el cuidado de las poblaciones indígenas, que fue nombrado obispo de una recién creada diócesis,  en la que se empeñó para que recibieran educación y construyó “pueblos-hospitales” para atender a tantos indígenas sin recursos.

El Papa recordaba el testimonio del propio don Vasco: «Me arrancaron de la magistratura y me pusieron en el timón del sacerdocio, por mérito de mis pecados. A mí, inútil y enteramente inhábil para la ejecución de tan grande empresa; a mí, que no sabía manejar el remo, me eligieron primer Obispo de Michoacán» (Carta pastoral, 1554). En la misa que presidió con los sacerdotes, seminaristas y religiosos, el Papa Francisco, como gesto de comunión con el evangelizador Tata Vasco, utilizó su mismo báculo y su cáliz.

También a mí, como obispo de la tierra que vio nacer al Siervo de Dios Vasco de Quiroga, me gustaría hacer con el Papa y con vosotros memoria de este evangelizador,  “el español que se hizo indio”. La realidad que vivían los indios purhépechas, descritos por él como “vendidos, vejados y vagabundos por los mercados, recogiendo las arrebañaduras tiradas por los suelos”, lejos de llevarlo a la tentación y la acedía de la resignación, movió su fe, su vida y su compasión, y lo impulsó a realizar diversas propuestas que fuesen un “respiro” ante una realidad tan paralizante e injusta. El dolor del sufrimiento de sus hermanos se hizo oración y la oración se hizo respuesta. Todo esto le ganó el nombre entre los indios de “Tata Vasco”, que en lengua purhépecha significa: “papá”» (Homilía, 16/02/2016).

Queridos diocesanos, que al recodar a los misioneros españoles y orar por ellos, nos sintamos unidos en comunión con la acción evangelizadora de la Iglesia y se despierte en nosotros, cada día y cada vez más en nuestros ambientes cotidianos, nuestro deseo de ser discípulos misioneros; y que la Virgen María, estrella de la evangelización, nos regale sus ojos misericordiosos para anunciar a todos la Buena Noticia de Jesucristo.
Con mi bendición y afecto. 

viernes, 4 de marzo de 2016

El tuit de Don Jesús: sobre la misericordia con los necesitados

lunes, 29 de febrero de 2016

La diócesis se une a la iniciativa “24 horas para el Señor”, convocada por el Papa Francisco

Por tercer año consecutivo, la diócesis de Ávila se suma de nuevo a la iniciativa “24 horas para el Señor”, convocada por el Papa Francisco para finales de esta semana. Se trata de un momento fuerte de adoración eucarística y de celebración del sacramento de la reconciliación, que en esta Cuaresma de este año 2016 vendrá marcada por el Jubileo de la Misericordia. En la Bula “Misericordiae Vultus”, con la que se convocó este Año de la Misericordia, el Santo Padre pide específicamente que esta iniciativa “se incremente en las Diócesis. Muchas personas están volviendo a acercarse al sacramento de la Reconciliación y entre ellas muchos jóvenes, quienes en una experiencia semejante suelen reencontrar el camino para volver al Señor, para vivir un momento de intensa oración y redescubrir el sentido de la propia vida. De nuevo ponemos convencidos en el centro el sacramento de la Reconciliación, porque nos permite experimentar en carne propia la grandeza de la misericordia. Será para cada penitente fuente de verdadera paz interior”.

Recogiendo esta invitación, la Iglesia abulense llevará a cabo esta iniciativa en las parroquias y arciprestazgos, con diferentes cadenas de oración. Pero muy especialmente en la capilla de Adoración Eucaristíca Perpetua (conocida como la capilla de Las Nieves, situada en la calle Reyes Católicos). Dicha capilla está abierta a la oración durante todo el día, por lo que está previsto que se completen estas “24 horas para el Señor” desde las Vísperas del viernes 4 de marzo (19 hs) hasta las Vísperas del sábado 5 de marzo. Asimismo, el Obispo de Ávila presidirá las Vísperas y la Eucaristía del sábado 5 de marzo (desde las 19 hs). Es necesario poder cubrir los turnos de oración con el fin de que ésta sea ininterrumpida en la citada capilla durante el horario previsto. Para apuntarse y cubrir alguna de estas horas, se puede llamar al teléfono 661 01 45 27 (Sor Concepción), o apuntarse antes del sábado en la misma capilla.

domingo, 28 de febrero de 2016

viernes, 26 de febrero de 2016

"Con la mirada fija en la misericordia"

Queridos diocesanos:

Andamos a mitad del camino cuaresmal preparándonos para la gran fiesta de Pascua, un camino en el que hemos de experimentar de modo especial la misericordia de Dios. Tanto el camino cuaresmal como el Año Jubilar de la misericordia –exhorta el Papa- forman parte de esos «momentos en los que de un modo mucho más intenso estamos llamados a tener la mirada fija en la misericordia para poder ser también nosotros mismos signo eficaz del obrar del Padre» (El rostro de la misericordia 3). Fijemos nuestra mirada en la misericordia de Dios, dirigida también a la miseria del hermano. Así podremos ser signos eficaces del obrar del Padre. Necesitamos levantar la mirada y acudir a Dios para que él nos inspire.

Este tiempo de cuaresma es oportuno para que los creyentes, movidos por la misericordia de Dios, nos convirtamos en servidores de los pobres. La Iglesia nos invita a todos los cristianos, fieles y comunidades, a mostrarnos solidarios con las personas necesitadas y a perseverar sin desmayo en la tarea ya emprendida de ayudarles y acompañarles. La Iglesia ha sido desde su nacimiento una comunidad que ha vivido el amor. En ella se ha amado y servido a todos, especialmente a los más pobres a quienes ya los Santos Padres consideraban el tesoro de la Iglesia. En la reciente instrucción pastoral de los obispos españoles “Iglesia, servidora de los pobres”, encontramos una serie de propuestas esperanzadoras que nacen desde la fe. Os invito a reflexionar sobre ellas y acogerlas en esta cuaresma:

Promover una actitud de cambio del corazón. Si queremos ser hoy buena noticia para los pobres y hacerles presente el Evangelio del amor compasivo y misericordioso de Dios, tenemos que ponernos en actitud de conversión. Es necesario. Y esta llamada a cambiar nos afecta a todos, personas e instituciones.

Cultivar una espiritualidad que sostenga nuestro compromiso social. Nuestras instituciones de caridad y de compromiso social, como Cáritas y Manos Unidas, otras asociaciones eclesiales, y nosotros mismos estamos llamados a vivir una profunda espiritualidad, que hunda sus raíces en la entraña de nuestro Dios, una espiritualidad encarnada y de ojos y oídos abiertos a los pobres, una espiritualidad de la ternura y de la gracia, una espiritualidad transformadora, pascual y eucarística.

Apoyarnos en la fuerza transformadora de la evangelización. La Iglesia nos llama a un compromiso social que transforme las personas y las causas de las pobrezas, que denuncie la injusticia, que alivie el dolor y el sufrimiento y sea capaz también de ofrecer propuestas concretas que ayuden a poner en práctica el mensaje renovador del Evangelio.

Defender la vida y la familia como bienes sociales. La familia ha sido la gran valedora social en estos años de crisis. ¡Cuántos han podido subsistir ante la crisis gracias al apoyo moral, afectivo y económico de la familia! Nos preocupa la sociedad demográficamente envejecida, a la vez que empobrecida en el orden moral, y cada vez más limitada para mantener determinados servicios sociales. También son injustas las desigualdades que sufren las mujeres en el ámbito familiar, laboral y social.

Fomentar una economía inclusiva y de comunión. Los obispos decimos no a la economía de la exclusión, que olvida a tantas personas, que no se interesa por los que menos tienen; no a la cultura del “descarte” de los ancianos, de los niños, de los pobres; no a la indiferencia globalizada, que nos lleva a perder la capacidad de sentir y sufrir con el otro.

Queridos amigos, la caridad es una dimensión esencial, constitutiva, de nuestra vida cristiana y eclesial, que compete a cada uno en particular y a toda la comunidad. Que ésta sea nuestra tarea cuaresmal. Mantengamos fijos los ojos en la misericordia de Dios, para ser capaces de contemplar con amor y asistir con diligencia la necesidad y la miseria del hermano.  

Con mi bendición y afecto,

+ Jesús, Obispo de Ávila

domingo, 21 de febrero de 2016

"Cuaresma 2016: celebrar y experimentar la misericordia de Dios"

En este Año Jubilar de la Misericordia, el Papa Francisco nos invita a vivir la Cuaresma «con mayor intensidad, como momento fuerte para celebrar y experimentar la misericordia de Dios. ¡Cuántas páginas de la Sagrada Escritura pueden ser meditadas en las semanas de Cuaresma para redescubrir el rostro misericordioso del Padre!» (MV 17). La lectura pausada y la reflexión de la Sagrada Escritura, el contacto con la Palabra de Dios, nos ayudarán a vivir hondamente la misericordia del Padre. Como ejemplo, el Papa nos invita a orar con las palabras del profeta Miqueas: «Tú, oh Señor, eres un Dios que cancelas la iniquidad y perdonas el pecado… pues amas la misericordia» (cf. 7, 18-19). También, las páginas del profeta Isaías podrán ser meditadas con mayor atención en este tiempo de oración, ayuno y caridad: «Este es el ayuno que yo deseo: soltar las cadenas injustas, desatar los lazos del yugo, dejar en libertad a los oprimidos y romper todos los yugos; compartir tu pan con el hambriento y albergar a los pobres sin techo; cubrir al que veas desnudo y no abandonar a tus semejantes. Entonces despuntará tu luz como la aurora y tu herida se curará rápidamente; delante de ti avanzará tu justicia y detrás de ti irá la gloria del Señor» (58, 6ss).

Otra propuesta del Santo Padre es la iniciativa “24 horas para el Señor”, que se celebrará durante el viernes y sábado (4 y 5 de marzo) que anteceden al IV domingo de Cuaresma. «Muchas personas están volviendo a acercarse al sacramento de la Reconciliación y entre ellas muchos jóvenes, quienes en una experiencia semejante suelen reencontrar el camino para volver al Señor, para vivir un momento de intensa oración y redescubrir el sentido de la propia vida. De nuevo ponemos convencidos en el centro el sacramento de la Reconciliación, porque nos permite experimentar en carne propia la grandeza de la misericordia. Será para cada penitente fuente de verdadera paz interior» (MV 17).

El Papa nos recuerda cómo los confesores son un signo de la misericordia del Padre. También los confesores somos penitentes en busca de perdón. Los sacerdotes, por vocación, participan de la misión de Jesús y son signo concreto de la continuidad de un amor divino que perdona y que salva; no son dueños del Sacramento, sino fieles servidores del perdón de Dios. Cada confesor, como el padre en la parábola del hijo pródigo, está llamado a abrazar al hijo arrepentido que vuelve a casa y a manifestar su alegría por haberlo encontrado (cf. MV 17).

Durante la Cuaresma de este Año Santo, el Papa enviará los Misioneros de la Misericordia a diversos lugares del mundo. «Serán un signo de la solicitud materna de la Iglesia por el Pueblo de Dios, para que entre en profundidad en la riqueza de este misterio tan fundamental para la fe. Serán sacerdotes a los cuales daré la autoridad de perdonar también los pecados que están reservados a la Sede Apostólica, para que se haga evidente la amplitud de su mandato. Serán, sobre todo, signo vivo de cómo el Padre acoge cuantos están en busca de su perdón» (MV 18).

Queridos diocesanos, hagamos de esta Cuaresma un tiempo oportuno para una mayor vivencia del perdón y la misericordia de Dios. Las obras de misericordia, corporales y espirituales, pueden servirnos de examen de conciencia y de camino de conversión. Que la celebración del sacramento de la Reconciliación, en este tiempo de gracia, «permita a tantos hijos alejados encontrar el camino de regreso hacia la casa paterna» (MV 18). Acerquémonos alegres «al trono de la gracia, para alcanzar misericordia» (Hb 4, 16).

Con mi bendición y afecto.

jueves, 11 de febrero de 2016

LOS SANTOS DE LA MISERICORDIA: San Juan Bosco, misericordia por los jóvenes

Es importante hablar de este santo ya que, justamente en este Año de la Misericordia, se está celebrando el bicentenario de su nacimiento. Nació en el seno de una familia humilde en agosto de 1815, a las afueras de Turín (Italia). Huérfano de padre desde muy pequeño, a los 9 años tuvo un extraño sueño que le impulsó hacia la vocación sacerdotal. Tuvo que trabajar mucho para pagarse su matrícula en el seminario, pero finalmente consiguió ordenarse en 1841.

Su Director Espiritual le da un consejo que será clave para su vida: “Camina y mira a tu alrededor”. De esta manera, Juan contempla la miseria humana, sobrecogiéndole poderosamente: los suburbios del industrial Turín albergaban cientos  adolescentes ociosos, que vagabundeaban por las calles, muchos de ellos huérfanos que habían llegado a la ciudad a ganarse la vida. Asimismo, Don Bosco (como se le conoce popularmente) es nombrado capellán de las prisiones, donde contempla una realidad que le impresiona sobremanera. Todo ello le impulsa a tomar una determinación: “como sea, debo hacer lo imposible para evitar que encierren en ellas a chicos tan jóvenes”.

De esta manera nace el Oratorio Salesiano, en el que comienza a acoger a chicos de la calle. Sería el germen de la Congregación Salesiana que, bajo el nombre de Sociedad de San Francisco de Sales, centra sus esfuerzos en la educación. Una educación preventiva que llegaba directamente al corazón de los jóvenes. Esos chicos empiezan a ver en Don Bosco un referente para sus vidas, pues , en su afán por ganarse a los chicos, era capaz de conjugar a la perfección la severidad necesaria para lograr disciplina, con la gentileza de una sonrisa que ablandaba hasta el alma más dura. Y todo desde el convencimiento profundo de su promesa a Dios de trabajar incansablemente por los jóvenes: “por vosotros estudio, por vosotros trabajo, por vosotros estoy incluso dispuesto a dar la vida. Tened la certeza de que cuanto soy, lo soy todo para vosotros”, decía. En estos oratorios, Don Bosco llegó a educar a más de 100.000 chicos.

Asimismo, Don Bosco fue un apóstol de la confesión y leía las conciencias por un don especial que Dios le dio. Él veía las conciencias de sus muchachos sin velo alguno como en un espejo. Estaba tan arraigada en todos la persuasión de que Don Bosco leía en la conciencia, no sólo los pecados externos, sino hasta los pensamientos más recónditos, que la mayor parte de ellos se confesaba más a gusto con él que con los otros sacerdotes. Y siempre, siempre, les dejaba patente que, para él, esperanza, misericordia y confesión eran sinónimos.

martes, 9 de febrero de 2016

"Con el Economato buscamos la dignidad personal y familiar en el reparto de alimentos"

Abordamos una nueva Obra de Misericordia en la diócesis: Dar de comer al hambriento. En este sentido, el nuevo Economato de Cáritas abrió sus puertas el pasado 18 de enero en el edificio de la Avenida de Madrid.  Fernando Carrasco, delegado episcopal de Cáritas Diocesana, nos explica su funcionamiento

¿Cuál es el funcionamiento de este nuevo servicio? 
En primer lugar habría que decir que no se trata de una tienda a la que puede acudir cualquiera, sino aquellas personas que la parroquia (en coordinación con Cáritas diocesana), después de estudiar su caso, les hayan entregado un carnet revisable cada tres meses. Con él, podrá ir voluntariamente a coger los alimentos que necesite, hasta la cuantía que tenga asignada.

Además, el Economato viene a completar la ayuda que dan tradicionalmente las parroquias, aportando también alimentos y artículos de uso diario. 
Más que completar, viene a sustituir la forma de hacer de las parroquias. A las parroquias iban las familias, y, por turnos, les daban aquellos alimentos que necesitaban, o de los que la parroquia disponía. Ahora, la diferencia es que las familias irán cuando quieran al Economato (dentro de su horario de apertura), a elegir ellos mismos los alimentos. Y allí habrá no sólo alimentos no perecederos, sino también carne, pescado, huevos, leche, verduras, productos de alimentación infantil. Todo lo que constituye una alimentación digna básica. Es una manera más organizada, más estudiada, y más libre: es la familia la que va a por los alimentos que ella elige, según sus necesidades y los gustos que tienen sus miembros.

Alimentos básicos, productos de limpieza e higiene, que, además, están a un coste bastante inferior al del mercado.
No es que se vaya a dar productos a un bajo precio. Se ha estudiado la situación de cada familia que va a tener derecho a ese carnet, si tiene o no tiene ingresos. Y esa circusntancia la van a llevar reflejada en el carnet. Si esos ingresos (paro, renta básica, etc) le pueden permitir abonar como máximo el 25 % del coste de ese artículo.  Por el contrario, si no tiene ingresos de ningún tipo, pues no va a pagar nada, y su “compra” la pagaría la Cáritas parroquial y la Cáritas diocesana.

¿Quién valora esas circunstancias personales y familiares?
Ese estudio parte de la Cáritas parroquial y de los trabajadores sociales de Cáritas diocesana. Es un estudio real, con datos oficiales de si tienen o no tienen medios. Y en función también de su tipo de gastos e ingresos: es distinto una familia que vive en su casa y no paga renta, a una familia que está pagando una hipoteca o un alquiler; es distinto una familia que cobre 700 euros de paro, a una familia que cobre los 400 euros de la renta básica garantizada, o la que no cobra nada. Lo que queremos es que haya justicia e igualdad entre todos, y que todos puedan ser atendidos dignamente. Por eso, los carnets se revisarán trimestralmente, porque uno puede cambiar sus circunstancias personales, pueden encontrar trabajo, terminar el paro ...

Pero esta ayuda no se quedará tan sólo en dar alimentos, imaginamos ...
Lo que se trata es de que los equipos de las Cáritas parroquiales continúen acompañando, y estando al tanto de la marcha de las personas. Y de cómo se pueden abordar otra serie de dificultades, como por ejemplo cómo perpararse para encontrar un empleo y salir de esa situación. Queremos que las personas sigan acompañadas y puedan además formar parte de alguno de los programas de Cáritas.

jueves, 4 de febrero de 2016

Ayuno solidario para el Miércoles de Ceniza


El próximo 10 de febrero celebramos el Miércoles de Ceniza, inicio de una singular Cuaresma enmarcada en el Año de la Misericordia. En este día en el que la Iglesia recuerda la necesidad de tener presente la oración y practicar el ayuno, la abstinencia y la limosna, la Comisión de Nueva Evangelización de la diócesis ha propuesto una sencilla acción para que realicen todos los fieles unidos; un gesto de misericordia, sencillo pero elocuente, con los pobres cercanos y lejanos: un “Ayuno Solidario”.

Se trata de que todos recordemos que uno de los sentidos del ayuno es precisamente privarse de algo de forma que, con lo "ahorrado" en esa privación, se pueda ayudar a los hermanos que lo necesitan. De esta manera, en todas las Eucaristías que se realicen ese Miércoles de Ceniza en la diócesis, se realizará una colecta en la que cada uno deposite la cantidad en la que haya valorado su propio ayuno. Dicha aportación económica tendrá como destinatarios a los más pobres, por lo que el montante final de la colecta a nivel diocesano será repartido a partes iguales entre Cáritas Diocesana y  Manos Unidas.

Asimismo, recordamos que ese mismo día 10, el Obispo de Ávila, Mons. Jesús García Burillo, presidirá la Eucaristía en el Santuario Diocesano de Nuestra Señora de Sonsoles (uno de los templos jubilares de la diócesis en este Año de la Misericordia). Será a partir de las 18 horas, e incluirá la imposición de la Ceniza por parte del Sr. Obispo a los fieles participantes.