El pasado martes
13 de noviembre falleció el sacerdote diocesano D. Teodoro Martín Hernández, a
los 84 años de edad. Natural de Mercadillo (provincia de Ávila), fue ordenado
sacerdote en Barcelona ,
en 1952. Era Doctor en Teología por la Universidad de Santo Tomás (Roma),
Doctorado por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Laval
de Québec (Canadá), y hablaba 5 idiomas, lo que le fue de gran ayuda durante
sus múltiples estancias en el extranjero.
En la diócesis de Ávila
apenas ejerció su ministerio sacerdotal. Fue secretario particular del Sr.
Obispo en 1951, capellán del Convento de San José en 1954, coadjutor en las parroquias de
Santiago, San Juan y San Vicente (esta última, en 1967), y ecónomo de La Parra
(1972).
D. Teodoro fue un
sacerdote que tuvo un amplio periplo internacional. En 1959, parte hacia la
Diócesis de Duitama (Colombia), donde ejerció como profesor de varios colegios
religiosos, director espiritual del seminario, profesor del Lycée Pasteur de
Bogotá, como párroco, e incluso como notario de curia. Después, marchó a Perú,
Chile, Argentina y Costa Rica, desempeñando varias labores, ligadas principalmente
a los seminarios y a la pastoral vocacional.
En 1974 marchó a
Canadá, donde trabajó como asistente social de la embajada española en Otawa, como
capellán de hispanohablantes, así como coadjutor de dos parroquias en la misma
localidad. Años después, baja a Estados Unidos, para ser profesor en la St. Louis University
(Missouri), así como coadjutor de dos parroquias en Nueva York, donde también impartió
clases como profesor de Biblia.
En 1997, vuelve a
España, para residir temporalmente en
Madrid , y recalar finalmente en Ávila , donde ha pasado los últimos
años de su ajetreada vida.
D. Teodoro posee también
una importante obra literaria, con títulos como “Los místicos del norte en la literatura española de los siglos XVI y
XVII”, “De la vida del Cielo. Texto –
fuente de San Juan de la Cruz”, o el “Catecismo
bíblico y conciliar” (que publicó en Nueva York, destinado a los adultos). También
contaba con traducciones de otras obras que él mismo publicaba. Asimismo, era cooperador
de la BAC (Biblioteca de Autores Cristianos) desde 1998.
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