Como estaba previsto, el grupo de jóvenes de Ávila partió de
Poznan este lunes sobre las 5 de la madrugada (hora española), rumbo al Santuario de Czestochowa,
uno de los lugares marianos más visitados y venerados de toda Europa. Allí
asistieron en torno a las 6 y media de la mañana al momento en el que se
descubrió el icono de la Virgen Negra, que permanecía tapado hasta ese instante,
propiciando así un tiempo de oración y contemplación en silencio frente a la
imagen. Y allí, en este Santuario, transcurrió toda la jornada.
Durante la mañana, además de descansar y echarse alguna siestecita reparadora
sobre el césped, los jóvenes recibieron una visita muy especial: la del Obispo
de Ávila, Mons. Jesús García Burillo, quien había aterrizado en Polonia un día
antes para participar él también en esta JMJ. En la explanada del Santuario
pudo departir unos minutos con los chicos y los responsables que viajan con
ellos, y tomarse varias fotografías de grupo de todos los abulenses con su
Obispo, así como selfies de D. Jesús con algunos de los jóvenes.
Después de comer, se celebró la Eucaristía con más de 8000
jóvenes españoles (el total de la delegación española pasa de los 30.000, pero
aún no han llegado todos a Polonia) con motivo de la fiesta de Santiago
Apóstol, patrón de España. Estuvo presidida por el Cardenal Ricardo Blázquez, y
concelebrada por los 51 obispos participantes en la JMJ, incluido el Obispo de
Ávila; en un altar en el que no faltó la “Inmaculada” de Isabel Guerra, cuadro
que se presentó oficialmente en Ávila el pasado verano durante el Encuentro
Europeo de Jóvenes.
En la Misa, Mons. Blázquez señalaba la misericordia como “el
camino verdadero de la humanidad”, frente a “la venganza; es el amor y no la
violencia, el corazón humilde y no el dominio oprimente”. Y abogó en sus
palabras por “una Europa de hombres libres y solidarios, acogedores de las
personas, porque han comprendido que Dios bendice la hospitalidad”.
Impresionante vista de la explanada del Santuario, con todos los jóvenes siguiendo la Eucaristía |
Según nos cuentan los peregrinos abulenses, durante la
Eucaristía surgieron algunos imprevistos como mareos y lipotimias, debido al
calor sofocante y la falta de agua. Pero nos indican también que fueron hechos
puntuales, y que toda la expedición se encuentra perfectamente.
Después de la Misa, la música fue la protagonista, con los
sones de la Salve Rociera, las canciones de Toño Casado y el talento del Padre
Damián. Todo ello bajo la lluvia, lo cual no impidió que los jóvenes bailaran
sin cesar en la explanada del Santuario.
Muchas ganas de bailar entre los jóvenes de Ávila |
Tras el concierto, pusieron rumbo a Bochnia, donde están
ahora ya alojados en escuelas e internados de la localidad. Esta mañana de
martes, han partido temprano para disfrutar y aprender de uno de los momentos
más esperados de esta JMJ: la visita a Auschwitz Birkenau, el gran campo de
concentración nazi.
Por cierto, el segundo grupo de peregrinos abulenses ya está en Polonia. Salieron ayer lunes desde España, e hicieron también escala en Berlín. Hoy se unirán al resto de sus compañeros, completando así el centenar de participantes abulenses en esta Jornada Mundial de la Juventud.
Foto de grupo de los peregrinos abulenses junto al Obispo en Czestochowa |
Segundo grupo de abulenses, en su escala en Berlín |
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