Poco antes de salir para Cracovia, me pongo en contacto con
vosotros para aseguraros que también vosotros vendréis en espíritu al encuentro
de los jóvenes con el Santo Padre.
El encuentro tendrá lugar con el Papa entre los días 28 y 31
de julio. Antes los jóvenes habrán hecho un largo recorrido por distintas
parroquias de Polonia en Poznan, habrán tenido encuentros de todos los jóvenes
españoles (¿unos 30.000?) junto con los 51 obispos españoles en una Eucaristía
presidida por D. Ricardo Blázquez en Czestochowa, habrán visitado Auschwitz y
habrán asistido a tres catequesis con celebración eucarística que abarcan una
mañana cada una.
Desde el día 29 al 31 habrá encuentros con el Papa: vía
Crucis, vigilia y Eucaristía solemne, el acto final del encuentro en el Campus
de la misericordia. Yo trataré de estar cerca, lo más posible, de los jóvenes
de Ávila que han marchado más de un centenar, y a ser posible en las catequesis
que a mí me han encargado, aunque la organización de estos eventos, dada la
magnitud del número de jóvenes, suele ser muy disciplinada.
El Papa ha propuesto como lema del encuentro
“Bienaventurados los misericordiosos porque ellos alcanzarán misericordia” (Mt
5, 7). Invita a todos a que alcancen un profundo espíritu de la misericordia
divina con el fin de que sus corazones se conviertan a su vez en portadores de
misericordia.
Al ser un encuentro juvenil, la alegría y la fiesta están
garantizadas, siendo un componente importante del lenguaje juvenil y de la vida
cristiana.
San Juan Pablo II estará también en el centro de la
celebración, no en vano acudimos a la misma diócesis donde él fue arzobispo y
viviremos un tema muy querido para él, la misericordia divina, que Juan Pablo
vivió y predicó con pasión, siguiendo los pasos de Faustina Kowalska, religiosa
a quien él beatificó y canonizó.
Os pido que recéis personalmente y con vuestras comunidades
por los frutos del encuentro. Me parece evidente que contemplando la situación
de España, de Europa y del mundo, la misericordia es uno de los grandes dones
que podemos recibir del Señor en esta hora y una de las grandes tareas a
desarrollar en la vida cristiana de nuestra diócesis.
Os recordaré en cada momento con todo afecto.
+ Jesús, Obispo de Ávila
Desde aquí también rezaremos. Ánimo a todos que el Señor os está esperando.
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