Actual centro parroquial de San Pedro Bautista |
Se trata de atender a una necesidad pastoral de una poblada parroquia, que cuenta actualmente con más de 7.000 fieles. Hasta ahora, las Misas se están celebrando en una zona diáfana del centro parroquial, habilitada como templo. Un espacio que se ha quedado pequeño con el tiempo. “Cualquier celebración que sea un poco más numerosa (los encuentros dominicales, bautizos, comuniones,…), nos deja sin poder albergar a toda la gente que acude. Hay que armarse de valor. Pensando en cómo está en este momento la situación (en la que, por ejemplo, han empezado el primer curso de catequesis de Comunión 70 niños, casi el doble que el año pasado), hay que ponerse a ello. Aunque sea difícil. Pero tenemos que pensar en poder celebrar la Liturgia con paz, teniendo cada uno su espacio, sin gente de pie”, confirma Retana.
Lo más destacado de este plan es su financiación. Dada la experiencia de la propia parroquia cuando ésta se puso en marcha en el año 2000 (con un crédito, avalado por el Obispado y cinco parroquias de la capital, que aún están devolviendo), en esta ocasión no quieren tener que volver a pedir un crédito bancario, y así evitar la urgencia de los plazos financieros. Para ello, están buscando fórmulas alternativas, basadas en el principio de comunión de bienes de la Iglesia. “La idea es realizar la construcción con dinero que nos prestarían instituciones diocesanas (parroquias, fundaciones, colegios), pequeñas empresas y fieles de forma particular, y nosotros se lo iríamos devolviendo con el tiempo, con un ritmo más “humano”. Actualmente ya contamos con unas 70 familias que aportan una ayuda periódica a la parroquia. Lo que pretendemos es llegar a unas 120 familias. Con esas aportaciones, podríamos devolver, en un tiempo prudencial, el dinero que nos van a prestar esas instituciones, fieles y empresas”. Cabe destacar que aún no está concluido el proyecto, por lo que no se pueden dar cifras exactas de presupuestos.
Por tanto, es oportuno recalcar que la construcción del nuevo templo se realizará única y exclusivamente gracias a las aportaciones de los fieles. Y no sólo de la propia parroquia. “El proyecto está abierto a cualquier cristiano de Ávila. Cristianos que, bien por amor a la Iglesia, o por afecto a algún miembro de nuestra parroquia, entienden que esto es un bien al cual ellos pueden ayudar”, apunta el párroco. De esta forma, y aunque el peso fundamental del proyecto lo van a llevar los feligreses de la parroquia, todo el que quiera puede colaborar conc sus aportaciones o prestando su dinero. “Naturalmente, se hará con todo rigor, mediante un documento firmado en el que se garantiza su posterior devolución. En definitiva, nosotros deseamos y necesitamos que sea una tarea de toda la Iglesia de Ávila”.
Y será un proyecto solidario. Sobre los que piensan que ese dinero se podría destinar a ayudar a los más necesitados en lugar de construir una iglesia, Retana se muestra contundente al respecto: “Este es un razonamiento simple, del que echan mano aquellos que no quieren ayudar. Para ello, es bueno conocer toda la idea, y hacerse una idea global de la misma. Con estas obras, se va a poner a trabajar a mucha gente. Es más, vamos a poner como condición a la empresa que se haga cargo de los trabajos que contrate a la mayor parte de las personas a las que ayudamos desde Cáritas parroquial y que en este momento están en paro”.
El párroco señala, además, que sus propios feligreses han mostrado un gran interés en este proyecto. “La gente de la parroquia está muy esperanzada, y expectante ante lo que vamos a hacer. Es el momento propicio para hacerlo”. La parroquia de San Pedro Bautista, con 14 años de vida, es una de las más extensas de la capital abulense. Cuenta con una población muy joven (se celebran entre 50 y 70 bautizos cada año), y, a juicio de su párroco, tiene un ánimo positivo de crecimiento y de construcción de una comunidad cristiana viva.
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