martes, 27 de mayo de 2014

Casi la mitad de los abulenses marcan la X de la Iglesia en sus Declaraciones de la Renta

Mons. García Burillo, Fernando Carrasco (Ecónomo) y
Auxi Rueda (Comunicación), presentando la campaña de la renta
Un año más, se comprueba que Ávila sigue siendo solidaria y comprometida, colocándose diez puntos por encima de la media nacional en cuanto al número de Declaraciones con asignación para la Iglesia Católica. En total, un 48,8 % de abulenses marcaron esa casilla, contribuyendo así con un 0,7 % de sus impuestos a la labor social, pastoral, caritativa y evangelizadora de la Iglesia.

Nuestro Obispo ha explicado las razones por las que los ciudadanos deben marcar esa X, ya que todos, sacerdotes y laicos, somos corresponsables en la gestión de la economía de la Iglesia. En primer lugar, porque “somos una gran familia, que comparte su fe y sus bienes entre sus miembros”, con lo que se puede ayudar a cumplir un servicio social y de fe de forma extraordinaria. Una gran familia, formada por 20.000 sacerdotes, 60.000 religiosos, 14.000 misioneros, 86.000 catequistas, 65.000 voluntarios en Cáritas y 5.000 en Manos Unidas (entre ambos organismos, se destinan 302.554.000 euros para ayudar a más de 10 millones de personas).

También destacaba, como otra de las razones por las que poner la X en la Declaración, es cómo, en este tiempo de crisis, millares de personas están pudiendo salir adelante gracias a la atención de la Iglesia a sus necesidades más básicas. Los miembros de la Iglesia somos personas de fe, confiamos mutuamente en los demás, vivimos solidariamente al servicio de los demás, y en particular de los necesitados. Con austeridad, con muy poco, podemos hacer mucho por los que necesitan tanto. Como pide el Papa Francisco, una Iglesia pobre y para los pobres.

Y, aunque una parte del dinero que llega de esos impuestos (aproximadamente, el 30 %) se dedica a la retribución de sacerdotes, Mons. García Burillo ha querido dejar claro que, a pesar de las imágenes distorsionadas de los sacerdotes, religiosos y obispos, estos viven austeramente, y muchas veces también pobremente.

Para el Ecónomo de la diócesis, D. Fernando Carrasco, el hecho de marcar la X de la Iglesia supone un ejercicio de libertad, de fidelidad, de solidaridad, pero también de coherencia con nuestra fe y/o nuestros valores; y es que, a su juicio, sólo saldremos de la crisis si nos atenemos a los principios de austeridad, solidaridad y coherencia con nuestra conciencia. Además, ha recordado cómo en España hay más de 9 millones de personas que realizan cada año este gesto, casi los mismos que acuden a Misa cada domingo.

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