Una escultura completamente realista, en la que no falta
ningún detalle. Desde los gemelos en los puños de la camisa, hasta los tres
clavos de la Cruz de Cristo que solía llevar en el palio papal. Hasta se pueden
observar las venas azules en sus manos. San Juan Pablo II se presenta en
actitud de acogida, bendiciendo con una mano, y con el báculo en cruz en la
otra. De madera policromada, viste una casulla dorada, con la técnica del
estofado, y el alba blanca debajo, rematada con una cuidada vainica.
Una imagen de 145 cm que se ha colocado sobre una hornacina
clásica, rematada con su escudo papal. Bajo los pies del santo, una teca de
reliquias, donde se guardan dos objetos donados por el Obispo de Ávila, Mons.
García Burillo: un rosario en nácar, bendecido por el propio Juan Pablo II en
la visita Ad Limina de 2005 (tres meses antes de fallecer); y una moneda
conmemorativa de su visita a Ávila en 1982.
La imagen de San Juan Pablo II puede ser venerada en la
iglesia de San Ignacio, junto al Obispado, después de su bendición, en el día
de ayer, por el Obispo de Ávila, en una multitudinaria Eucaristía que servía de
Acción de Gracias no sólo por la canonización de Juan Pablo II, sino también de
Juan XXIII. Acompañado de una veintena de sacerdotes, ha hablado de los
dos nuevos santos como "dos grandes figuras del siglo XX" a las que
ha agradecido "el servicio a la Iglesia y a la humanidad".
Vídeo de la bendición:
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