sábado, 10 de mayo de 2014

Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones

En este IV Domingo de Pascua la Iglesia nos propone rezar especialmente por las vocaciones. En  mi escrito del Día de San José compartía con vosotros la necesidad de pedir «al dueño de la mies que envíe operarios a su mies.» El Papa Francisco nos lo recuerda también hoy con palabras de Jesús: «La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies». Como señala San Juan de la Cruz: «Hacia el cielo se ha de abrir la boca del deseo» y, si bien es cierto, que en ocasiones Dios no satisface todos nuestros deseos, no es menos cierto que nunca deja incumplidas sus promesas.

El lema escogido para esta Jornada dice:­ «Sal a darlo todo.» Es una invitación total, cargada energía. Nos recuerda los ánimos que un entrenador de fútbol comunica a sus jugadores ante la disputa de una gran final. Salir a darlo todo supone vaciarse de uno mismo. Después, el resultado será más o menos positivo, pero nada se le podrá reprochar al jugador que lo ha dado todo en el campo, al que no se ha rendido ante las dificultades. Nos dice el Papa: «toda vocación, no obstante la pluralidad de los caminos, requiere siempre un éxodo de sí mismos para centrar la propia existencia en Cristo y en su Evangelio. Tanto en la vida conyugal, como en las formas de consagración religiosa y en la vida sacerdotal, es necesario superar los modos de pensar y de actuar no concordes con la voluntad de Dios.»

Puedes leer el texto completo AQUI

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