D. Jesús, con la moneda conmemorativa |
La moneda, de la que se han realizado unos
4.000 ejemplares, muestra en su anverso la insignia de Papa Francisco, llevando
alrededor la inscripción: FRANCISCUS P.M., así como el nombre de la artista
(Alessia Di Giuseppe, de 26 años). En el borde de la moneda se lee la
inscripción E CIVITATE VATICANA (La ciudad del Vaticano) y el número de la
medalla. Y ya en su reverso es donde encontramos ese Éxtasis de Santa Teresa de
Ávila, inspirada en la obra de Gian Lorenzo Bernini (1598-1680), situada en la
Iglesia de Santa María de la Victoria en Roma (1647), así como los años del V
Centenario (1515 – 2015). La representación marmórea representa el encuentro de
la Santa con el puro amor de Dios. La inscripción AMOREM CHRISTI IN ANIMO
TENEAMUS (amor a Cristo tengamos en el
alma) es una fuerte invitación a tener, en toda circunstancia de la vida, amor
a Cristo, porque “el amor reclama amor”.
La moneda, en la mano de nuestro Obispo D. Jesús |
Este pasaje que tan bien reflejó Bernini, y
que ahora se plasma en esta moneda, lo resume la propia Santa Teresa en su
Libro de la Vida: «Vía un ángel cabe mí hacia el lado izquierdo en forma
corporal, lo que no suelo ver sino por maravilla. [...] No era grande, sino
pequeño, hermoso mucho, el rostro tan encendido que parecía de los ángeles muy
subidos, que parecen todos se abrasan. Deben ser los que llaman Querubines
[...]. Viale en las manos un dardo de oro largo, y al fin de el hierro me
parecía tener un poco de fuego. Este me parecía meter por el corazón algunas
veces, y que me llegaba a las entrañas. Al sacarle, me parecía las llevaba
consigo y me dejaba toda abrasada en amor grande de Dios» («Vida», 29, 13).
La medalla conmemorativa fue presentada en la pasada
solemnidad de los Santos Pedro y Pablo (29 de junio de 2015)
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