Este 18 de enero, el Economato de Cáritas cumple justo un año de vida. Doce meses ayudando a las familias más vulnerables de la diócesis
para que accedan a su sustento básico. De esta manera se está consiguiendo dar
una mejor respuesta a las demandas de ayuda de alimentación que generalmente se
venían haciendo a través de las Cáritas parroquiales.
Como señala su responsable, Miriam Duque, “antes, desde las
parroquias, se facilitaba una bolsa de alimentos más limitada. Ahora, esas
familias tienen acceso a todo tipo de productos, como pueden ser carne,
pescado, fruta, productos de higiene o limpieza, productos infantiles. Eso ha
contribuido a dignificar a la persona, ya que pueden acceder a todos esos
productos tal y como lo hace cualquier familia en los supermercados. Ellos vienen
con su lista de la compra, se toman su tiempo y escogen, que es muy importante.
Estamos dándoles a ellos la oportunidad de decidir qué necesitan en cada
momento. Y que, dentro de la situación tan complicada que tienen, tengan esta
posibilidad de elegir su alimentación y las necesidades de su hogar, algo que
antes no podían hacer”.
En este primer año, el Economato ha atendido a 350 familias,
si bien el número puede variar en función de la evolución de cada una de ellas.
Por eso, Cáritas hace un seguimiento de cada caso una vez que entra en el
Economato: “Cada tres meses vamos analizando la situación personal de esas
familias, si han encontrado trabajo, si lo han perdido y tienen que volver al
economato, ... Lo que no queremos es que sea un recurso que se pueda llegar a
hacer crónico. El economato tiene como función principal el acompañamiento, y
es un recurso que forma parte de un proceso invididualizado de cada persona y
de cada familia. La ayuda de alimentos no es algo aislado, sino que va ligado a
un proceso concreto. No se les deja solos, sino que se les hace un seguimiento
desde las parroquias y desde la propia Cáritas Diocesana”. En definitiva, lo
que se pretende conseguir no es que esta atuda se mantenga en el tiempo sin
límite, sino “que estas personas estén el menor tiempo posible en el economato,
porque esto significaría que ha mejorado su situación familiar”.
Durante este tiempo, se ha conseguido canalizar toda la ayuda
de alimentos exclusivamente a través del economato, y es allí donde se facilita
el acceso de las personas necesitadas a los productos de primera necesidad. Sin
embargo, desde Cáritas destacan que “las parroquias siguen realizando esa labor
de acogida a las familias, la escucha y el seguimiento de las mismas, y valoran
si necesitan otro tipo de ayuda (económica, de acompañamiento, etc)”.
“La experiencia está siendo muy positiva”, nos cuenta Miriam.
“Las familias lo que más valoran es el hecho de poder elegir ellas mismas los
productos que necesitan. Y de poder acceder a productos frescos (yogures,
carne, verduras), algo que antes desde las parroquias era inviable por la falta
de infraestructura necesaria. Ahora cuando llegan al economato y se encuentran
un desodorante, papel higiénico o incluso pañales, lo valoran mucho. Son cosas
muy básicas, que todos usamos, y que ahora también están a su alcance”.
CELEBRACIÓN SOLIDARIA
Este Domingo 22 de Enero, con motivo del cumplimiento del
primer año de funcionamiento del Economato Social de Cáritas
Diocesana de Ávila, se celebrará una Masterclass de Zumba impartida por el
monitor Anthony Ríos Hernández. Tendrá lugar en el pabellón de San Antonio, de 11 a 13 horas. La recaudación de entradas irá destinada a
beneficio del propio economato. Desde Cáritas agradecen de antemano "la colaboración de las personas que
día a día nos ayudan con sus acciones voluntarias, trabajando junto a nosotros
para ayudar a las personas que mas lo necesitan, así como a todas las personas
que hacen posible nuestra acción gracias a su solidaridad". Venta de entradas el mismo día o anticipadas en Cáritas por 3€.
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