viernes, 27 de febrero de 2015

¡Felicidades a la Casa Grande de Martiherrero!

Parte del equipo educativo del Centro de Educación Especial "Santa Teresa",
junto al Obispo de Ávila
En un principio nació como balneario (1897). Más tarde, pasaría a ser cárcel durante la Guerra Civil y sanatorio para tuberculosos. Pero en 1965, el entonces obispo de Ávila, el recordado y querido D. Santos Moro Briz, se fijó en estas instalaciones para reconvertirlas en un Centro de Educación Especial. En una época en que los discapacitados apenas tenían visibilidad, fue la Iglesia quien se dio cuenta de la necesidad de poder ayudarles, contando con un lugar donde se pudieran desarrollarse y crecer también en su dignidad como personas. Hubo que pedir la cesión del inmueble, por parte del Estado, a la Diputación, para después encargarle a Cáritas Diocesana (a través de su delegado entonces, Don Bernardo Herráez) que gestionara su puesta en marcha. Comenzaron con 8 niños, y han llegado a tener más de 200. Ahora, el Centro de Educación Especial “Santa Teresa”, de Martiherrero, cumple 50 años de vida, y piensan celebrarlo a lo grande.

Una historia, como señaló Pura Alarcón (directora pedagógica), “llena de luces y sombras”. Que no ha estado exenta de vicisitudes, pero que siempre ha contado con la colaboración de muchas personas que han hecho realidad su historia. Gente como Alfredo Abella o José Santacana, los sucesivos obispos de Ávila y muchos otros colaboradores, han hecho que el centro de Martiherrero haya llegado a la actualidad en plena forma, con unos 130 chicos y chicas y un centenar de trabajadores.

Una historia basada en el afán de la Iglesia de Ávila del "cuidado, educación y progreso de las clases más humildes", como destacaba su Director General, José Luis Retana, quien aseguraba además que "podemos decir que hemos sido fieles" a esta intención original. Y no se achicó al asegurar que, para él, esta es la obra más bonita que lleva a cabo la diócesis.

Para el Obispo de Ávila, este 50 aniversario es “una razón más” de la diócesis para festejar este año, pues estas bodas de oro del Centro coinciden con el V Centenario del nacimiento de la mujer que le da su nombre: Santa Teresa. Don Jesús destacaba, además, el necesario papel de la Iglesia a la hora de llevar a cabo esta empresa: “fueron años duros y difíciles, sin ninguna o muy escasa cobertura por parte del Estado para cubrir estas necesidades, sin apenas servicios sociales. En esta época, como en todo momento, la Iglesia ha desempeñado un papel de suma importancia para llegar a los hogares que pasan por situaciones extremas. Hemos de destacar el papel desempeñado por sacerdotes y religiosas”. Y agradeció la colaboración de la Diputación Provincial, que ha hecho “de intermediaria entre el Ministerio de la Gobernación y Cáritas de Ávila para conseguir la finca de Martiherrero, y dedicándola a convertir aquellos terrenos en un colegio de Educación Especial”.


En este 50 aniversario de “La Casa Grande” (como han rebautizado a Martiherrero), se han programado numerosas actividades: jornadas de puertas abiertas todo el año, visita de personajes ilustres de la sociedad abulense al centro, puesta en marcha de un voluntariado social y empresarial, certámenes de teatro, la edición de un libro sobre la historia del centro, e incluso la venta on line de los productos que elaboran los internos a través de su nueva web  www.santateresamartiherrero.es

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