Parte del equipo educativo del Centro de Educación Especial "Santa Teresa", junto al Obispo de Ávila |
En un principio nació como balneario (1897). Más tarde,
pasaría a ser cárcel durante la Guerra Civil y sanatorio para tuberculosos.
Pero en 1965, el entonces obispo de Ávila, el recordado y querido D. Santos
Moro Briz, se fijó en estas instalaciones para reconvertirlas en un Centro de
Educación Especial. En una época en que los discapacitados apenas tenían
visibilidad, fue la Iglesia quien se dio cuenta de la necesidad de poder
ayudarles, contando con un lugar donde se pudieran desarrollarse y crecer
también en su dignidad como personas. Hubo que pedir la cesión del inmueble,
por parte del Estado, a la Diputación, para después encargarle a Cáritas
Diocesana (a través de su delegado entonces, Don Bernardo Herráez) que
gestionara su puesta en marcha. Comenzaron con 8 niños, y han llegado a tener
más de 200. Ahora, el Centro de Educación Especial “Santa Teresa”, de
Martiherrero, cumple 50 años de vida, y piensan celebrarlo a lo grande.
Una historia, como señaló Pura Alarcón (directora
pedagógica), “llena de luces y sombras”. Que no ha estado exenta de
vicisitudes, pero que siempre ha contado con la colaboración de muchas personas
que han hecho realidad su historia. Gente como Alfredo Abella o José
Santacana, los sucesivos obispos de Ávila y muchos otros colaboradores, han
hecho que el centro de Martiherrero haya llegado a la actualidad en plena
forma, con unos 130 chicos y chicas y un centenar de trabajadores.
Una historia basada en el afán de la Iglesia de
Ávila del "cuidado, educación y progreso de las clases más humildes",
como destacaba su Director General, José Luis Retana, quien aseguraba además
que "podemos decir que hemos sido fieles" a esta intención original. Y no se achicó al asegurar que, para él, esta es la obra más bonita que lleva a cabo la diócesis.
Para el Obispo de Ávila, este 50 aniversario es “una razón
más” de la diócesis para festejar este año, pues estas bodas de oro del Centro
coinciden con el V Centenario del nacimiento de la mujer que le da su nombre:
Santa Teresa. Don Jesús destacaba, además, el necesario papel de la Iglesia a
la hora de llevar a cabo esta empresa: “fueron años duros y difíciles, sin
ninguna o muy escasa cobertura por parte del Estado para cubrir estas
necesidades, sin apenas servicios sociales. En esta época, como en todo
momento, la Iglesia ha desempeñado un papel de suma importancia para llegar a
los hogares que pasan por situaciones extremas. Hemos de destacar el papel
desempeñado por sacerdotes y religiosas”. Y agradeció la colaboración de la
Diputación Provincial, que ha hecho “de intermediaria entre el Ministerio de la
Gobernación y Cáritas de Ávila para conseguir la finca de Martiherrero, y
dedicándola a convertir aquellos terrenos en un colegio de Educación Especial”.
En este 50 aniversario de “La Casa Grande” (como han
rebautizado a Martiherrero), se han programado numerosas actividades: jornadas
de puertas abiertas todo el año, visita de personajes ilustres de la sociedad
abulense al centro, puesta en marcha de un voluntariado social y empresarial,
certámenes de teatro, la edición de un libro sobre la historia del centro, e
incluso la venta on line de los productos que elaboran los internos a través de
su nueva web www.santateresamartiherrero.es
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