Ávila está llamada a rezar por la vida. Y podrá hacerlo a
través de una bella iniciativa llamada “From ocean to ocean” (“de océano a océano”), que llega esta misma semana a
nuestra ciudad. Se trata de la visita del icono peregrino de la Virgen de
Czestochowa. Este icono bizantino con la Virgen con el Niño, reconocido en
todos los países, está recorriendo el mundo, de mar a mar, desde el Océano
Pacífico hasta el Océano Atlántico, en una Gran Oración por la Vida. El icono,
réplica del que se venera en el santuario polaco de Jasna Gora, partió desde
Vladivostok (Rusia fue el primer país que legalizó el aborto en 1920), y está
atravesando toda Europa, con la intención de terminar su peregrinaje en Fátima,
en el Atlántico, el próximo 2 de marzo. En total, habrá realizado un viaje de
más de 30.000 kilómetros, y habrá visitado unos 24 países. Y lo hace tras un
llamamiento realizado en su día por el Beato Juan Pablo II (que tenía una gran
devoción a esta Virgen), quien alertó sobre la necesidad de rezar por la vida,
tan amenazada, en todos los lugares del mundo. Asimismo, vio necesario que
se realizara una oración internacional para la defensa del derecho a La Vida, y
con ello poder vencer al aborto. A raíz de ese llamamiento, se creó esta
iniciativa ecuménica católico - ortodoxa, para ofrecer a la Virgen la causa de
la vida y la defensa de la familia.
El Secretariado de Familia y Vida de la diócesis de Ávila,
en colaboración con el CITES, Flores Don Zoilo y la Asociación Sociocultural
“Casa Copérnico”, ha organizado su visita para este próximo miércoles, 27 de febrero.
Todos tendremos la oportunidad de recibir la imagen de la Virgen de
Czestochowa y de orar con ella por la vida. Será en la Universidad de la
Mística (C/ Arroyo Vacas, 3), de 12:30 a 14 horas. Finalizado este tiempo, el
icono viajará hasta la capital salmantina para seguir su periplo por nuestro
país.
CÓMO ES EL ICONO
Estamos hablando de una imagen muy antigua de la Madre de
Dios con su Niño, muy venerada en Polonia. Ha sufrido varios ataques a lo largo
de la historia, que han dejado visibles heridas en su rostro y su cuello. De
hecho el icono original está destrozado, y sobre sus restos se ha colocado el
que se venera actualmente en Jasna Gora. Su rostro está ennegrecido, debido a
las velas que se han encendido en torno a él, pidiendo su intercesión. De ahí
el sobrenombre por el que se le conoce popularmente: “La Virgen negra”. Era una
imagen muy querida por Juan Pablo II, que tenía una réplica delante de la que
pasaba horas y horas rezando. Ante la Virgen de Czestochowa, Juan Pablo II se
consagraba a María Inmaculada, con su “TOTUS TUUS ego sum” (soy todo tuyo).
Venerado igualmente por católicos y ortodoxos, este Icono
representa además la unión querida por Dios para todos los cristianos en su
única Iglesia, respirando con ambos pulmones (el oriental y el occidental).
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