martes, 26 de agosto de 2014

Fiesta de la Transverberación de Santa Teresa: "... y me dejaba toda abrasada en amor grande de Dios"

Bernini supo plasmar esta experiencia mística
en este grupo escultórico que puede verse en el Vaticano
Cada 26 de agosto, el monasterio de La Encarnación, en Ávila, (donde profesó sus votos como religiosa Santa Teresa de Jesús) celebra la fiesta de la Transverberación:  una fiesta de espiritualidad teresiana en la que se conmemora la experiencia mística que vivió en 1562 esta Santa, en la que veía un ángel atravesar su corazón con una lanza. En esta ocasión, como en años anteriores, presidirá la Eucaristía el Cardenal Mons. D. Antonio Cañizares, quien fuera obispo de Ávila entre 1992 y 1997. Será a partir de las 20 horas en el citado monasterio, situado en la zona norte de la capital amurallada.

QUÉ ES LA TRANSVERVERACIÓN
En el contexto de la Religión Católica, se trata de una experiencia mística en la que una persona logra una íntima unión con Dios, y es tan fuerte que se siente traspasado el corazón por un fuego sobrenatural.  Así lo contaba la propia Santa Teresa en el capítulo 29 de su “Libro de la Vida”: “Vi a un ángel cabe mí hacia el lado izquierdo en forma corporal, lo que no suelo ver sino por maravilla. [...] No era grande, sino pequeño, hermoso mucho, el rostro tan encendido que parecía de los ángeles muy subidos, que parecen todos se abrasan. Deben ser los que llaman Querubines [...]. Viale en las manos un dardo de oro largo, y al fin de el hierro me parecía tener un poco de fuego. Este me parecía meter por el corazón algunas veces, y que me llegaba a las entrañas. Al sacarle, me parecía las llevaba consigo y me dejaba toda abrasada en amor grande de Dios”.

También plasmó este singular episodio de su vida en poesía:

"Hierome con una flecha
enherbolada de amor,
y mi alma quedó hecha
una con su criador.
Yo ya no quiero otro amor,
pues a mi Dios me he entregado,
y mi Amado es para mí,
y yo soy para mi Amado".

Tanta importancia tuvo este hecho para su legado espiritual, que hasta el Papa Gregorio XV lo recogió en su Bula de Canonización: “Entre las virtudes de Teresa, brilló con luz propia la caridad divina. Este amor se fue avivando en ella gracias a las innumerables visiones y revelaciones con que Cristo la favoreció. Una vez el Señor la tomó por esposa. En otra ocasión Teresa vio un ángel que con un dardo encendido le transverberaba el corazón. De resultas de estas mercedes celestiales, sintió la Santa tan abrasadamente el amor divino en las entrañas, que, inspirada por Dios, emitió el voto, difícil en extremo, de hacer siempre lo que ella creyese más perfecto y para mayor gloria de Dios”.

Otros santos que han experimentado este fenómeno místico han sido Catalina de Siena, Margarita María de Alacoque, Pío de Pietrelcina, Francisco de Sales y Verónica Giuliani, entre otros.

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