1. POR EL MISMO VALOR DE LA FAMILIA
En el contexto familiar es bueno considerar que no “voy” a
misa, sino “vamos” a misa; es diferente ir solo al cine que ir acompañado de
otras personas. Tal vez los hijos no lo entiendan al inicio, pero ayudarles a
reforzar el hábito de ir a misa juntos, por el mismo hecho de ser familia, es
muy positivo. A algunos les puede dar flojera, pero las cosas que valen la
pena, implican un esfuerzo. La familia puede aprovechar para no sólo participar
en la misa, sino después tener un evento familiar: una comida, ir al cine
juntos, etc.
2. PORQUE VAMOS A DAR GRACIAS A DIOS POR LO VIVIDO EN LA SEMANA
Cuando vamos a misa, el domingo es una ocasión propicia
para hacer una recuperación de todo lo vivido en la semana y darnos cuenta de todos
los regalos que recibimos de parte de Dios: encuentros, experiencias, etc. En
la misa dominical es una buena oportunidad para agradecer desde el corazón a
Dios por todo lo vivido en la semana transcurrida.
3. PORQUE LE PEDIMOS FUERZAS A DIOS PARA VIVIR LA SIGUIENTE SEMANA
El domingo es un “parteaguas”, es decir, por una parte
podemos dar gracias a Dios de lo vivido y también es un buen momento para
pedirle a Dios fuerzas y ánimo para todo lo que vayamos a vivir la siguiente
semana, y así, hacerlo de domingo a domingo. No sabremos lo que sucederá en la
semana, pero podemos poner en manos de Dios todo lo que viviremos y poner
nuestra confianza en Él. Que la misa nos ayude a salir con un nuevo ánimo y
fuerzas para enfrentar lo que haya que enfrentar en la semana siguiente, a nivel
personal y familiar.
4. PORQUE PODEMOS SER ILUMINADOS
En la misa escuchamos algunas lecturas escogidas de la
Palabra de Dios, las cuales el sacerdote buscará profundizar; es una buena
ocasión para tomar una frase de la Palabra de Dios que nos ayude a orientar
nuestra semana siguiente o sacar una intuición. Ayuda mucho haber leído
las lecturas bíblicas antes de la misa y anotar en un papelito la frase o
intuición que queremos que nos ilumine y nos oriente en la semana que viene.
5. PORQUE QUEREMOS COMULGAR CON JESÚS
Todos estamos invitados a comulgar en la misa, aunque
sabemos que no toda la gente lo hace; aunque no todos los miembros dela familia
pasen a comulgar, la cuestión está en que todos puedan hacer una comunión
espiritual –por decirlo de alguna manera– con Jesús; hacer comunión es
acercar-nos a Él para compartir sus ideales, sus intereses, sus sentimientos y
su pasión por la vida.
6. PORQUE QUEREMOS ENRIQUECER AL PUEBLO DE DIOS
Podemos ir a misa como familia, pero también van otras
familias, otras personas creyentes igual que nosotros, con las que nos une una
misma fe en Jesús y su mensaje de salvación. Nuestra presencia participativa
enriquece mucho el sentirnos una sola familia religiosa, un solo Pueblo de
Dios, que se reúne en templos y parroquias de todo el mundo. Se trata de
sentirnos parte de ese gran Pueblo de creyentes extendido por todo el mundo.
7. PORQUE LE ABRIMOS LA PUERTA A DIOS A NUESTRA REALIDAD FAMILIAR
Ir a misa como familia es tener la oportunidad de abrirle
las puertas a Dios para que se introduzca en nuestra realidad familiar; por eso
es bueno ofrecerle nuestras alegrías y tristezas, nuestros proyectos y asuntos
personales y familiares. Es pedirle a Dios que se haga presente en nuestras
relaciones familiares y nos ayude a ser mejor familia con la ayuda e
impulso de su Espíritu Santo.
8. PORQUE ACTUALIZAMOS LA ÚLTIMA CENA DE JESÚS
Hace casi 2 mil años Jesús se reunió con sus discípulos para
celebrar la Última Cena en la cual dijo: “haced esto en memoria mía”. Desde ese
entonces los cristinos seguimos haciendo memoria de Jesús, celebrando y
actualizando su última cena, y lo seguiremos haciendo. Ir a misa no es escuchar
el rezo de un Padrenuestro, sino que es actualizar el sentido profundo que Jesús
expresó en la Última Cena y del gran sacrificio que hizo por cada uno de
nosotros entregan do su vida por amor en una cruz. ¿Somos conscientes de lo
importante que es esto, de lo que a Jesús le implicó darse a nosotros en cuerpo
y sangre?
9. PORQUE LO OFRECEMOS Y NOS OFRECEMOS CON EL
Jesús ofreció su vida por bien de la humanidad; participar
en la misa es una oportunidad para ofrecer nuestras vidas junto con Jesús para
invertirlas en la construcción de un mundo mejor; es la oportunidad de ofrecer
nuestra mente, cuerpo, inteligencia, creatividad y todo lo que somos para hacer
el bien a los demás.
10. PORQUE NO TENEMOS NADA QUE PERDER
La última motivación es muy simple; vamos como familia pues
no tenemos nada que perder y todo que ganar. ¿Qué pasa si no vamos a misa?
¿Dios nos va a castigar? No. Pero si vamos, sí queremos que pase algo, algo
bueno. Es la oportunidad de crecer, fortalecerse, ser iluminados, compartir,
agradecer, pedir.
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