domingo, 29 de noviembre de 2015

"Sobre el cuidado de la casa común"

Queridos hermanas y hermanos:

Desde el 30 de noviembre hasta el 11 de diciembre de 2015 tendrá lugar en Paris la XXI Conferencia Internacional sobre Cambio Climático. El objetivo de esta Conferencia es concluir un acuerdo mundial que sea justo, legalmente vinculante y motor de un verdadero cambio transformacional con respecto a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Con este motivo, el 26 de octubre pasado la Iglesia Católica hizo un llamamiento a los cinco continentes:

«En su carta encíclica, Laudato Si’, dirigida “a cada persona que habita este planeta”, el Papa Francisco afirma que “el cambio climático representa uno de los principales desafíos actuales para la humanidad”. El clima es un bien común, compartido, de todos y para todos. El medio ambiente es un bien colectivo, patrimonio de toda la humanidad y responsabilidad de todos».

«Hoy creyentes y no creyentes estamos de acuerdo en que la tierra es esencialmente una herencia común, cuyos frutos deben beneficiar a todos. Para los creyentes, esto se convierte en una cuestión de fidelidad al Creador, porque Dios creó el mundo para todos. Por consiguiente, todo planteo ecológico debe incorporar una perspectiva social que tenga en cuenta los derechos fundamentales de los más postergados».

«El Papa Francisco llama nuestra atención sobre el impacto irreparable del cambio climático desenfrenado en muchos países en desarrollo. La construcción y el mantenimiento de una casa común sostenible requieren un liderazgo político valiente e imaginativo. Se vuelve indispensable crear un sistema normativo que incluya límites infranqueables y asegure la protección de los ecosistemas. El Papa y los Obispos Católicos de los cinco continentes, sensibles a los daños causados, instan a una reducción drástica de las emisiones de dióxido de carbono y otros gases tóxicos».

Debido a los atentados del pasado 13 de noviembre, no se va a realizar en París la marcha prevista por el Movimiento por la Justicia Climática para este domingo próximo; sin embargo sí se realizarán en ciudades como São Paulo, Berlín, Tokio, Roma, Amsterdam, Copenhague, Sydney, Ciudad de México, Oslo, Seúl, Budapest, Estocolmo, Barcelona y Madrid, entre otras. Si queréis información sobre la Marcha que se realizará en Madrid, en orden a una posible participación, podéis consultar el siguiente link: https://www.facebook.com/events/513646142132152

Por medio de un comunicado del Pontificio Consejo de Justicia y Paz, el Papa Francisco nos invita a todos el 29 de noviembre, domingo I de Adviento, a elevar nuestras oraciones y nuestra voz en favor de nuestra casa común y de la justicia climática. En esta tierra de Ávila, especialmente sensible y comprometida con los espacios naturales, nos unimos a su invitación orando a Dios por nuestra Tierra:

«Dios de amor, enséñanos a cuidar para este mundo nuestra casa común. Inspira a los jefes de gobierno mientras se reúnen en París: a escuchar y atender el llamado de la tierra y de los pobres; a que se unan de corazón y de espíritu para responder con valentía; buscar el bien común y la protección de este hermoso jardín terrenal que has creado para nosotros, para nuestros hermanos y hermanas, y las generaciones futuras. Amén».

martes, 24 de noviembre de 2015

Por un empleo estable que facilite la dignidad de la persona

Samuel Hernández y Jesús Gil, coordinadores del
programa de empleo, junto con Fernando Carrasco,
delegado de Cáritas Diocesana
Cáritas Diocesana ha presentado hoy su segundo foro de autoempleo, que se celebrará el próximo 3 de diciembre, en el que se compartirán experiencias y se impartirá formación para la puesta en marcha de negocios propios.

Se trata de una iniciativa enmarcada dentro del programa de empleo, pionero en esta materia, que se centra en la orientación y la formación para la búsqueda de trabajo. Una tarea muy en la linea de la doctrina social de la Iglesia, que persigue el desarrollo integral de la persona y la búsqueda de su dignidad a través de un empleo estable.

Según ha explicado Samuel Hernández, coordinador del programa de empleo de Cáritas, con este foro de autoempleo pretenden “que la sociedad entienda que las entidades de tipo social también podemos ser emprendedoras, y no esperar sólo a que haya crisis grandes para paliar los problemas, sino que podemos cambiar la mentalidad de las personas con las que trabajamos”. Y que el propio emprendedor entienda que hay mucha más gente en su misma situación: “que hay muchas personas creativas, independientemente de la situación socioeconómica que tengan”.

En este sentido, han recordado que este área de autoempleo lleva en marcha desde 2012 para ayudar a las personas atendidas por Cáritas a empezar su propio negocio. “Nos planteamos cambiar la mentalidad de la gente: si el trabajo no viene a mí, yo voy al trabajo”, afirma Samuel Hernández. Y, para ello, han intentado dotar a las personas que tenían inquietudes de emprendedores de la posibilidad de hacer factible esa idea.

El área de autoempleo comienza con la valoración de la situación de cada persona, para seguir con un curso de formación para dotarle de unos mínimos conocimientos: creación de ideas, autoconfianza y autoeficiencia, recursos económicos (contabilidad). “Saber dónde se van a meter, y cuáles son lo planteamientos que tiene que tener claros para poder sacar adelante su negocio”. Asimismo, dentro de la formación, los interesados deben preparar un plan de viabilidad de su posible empresa. Y un equipo de 5 personas expertas en la materia (gente de Cáritas, del mundo empresarial, expertos en Hacienda y Seguridad Social) valoran y deciden cuáles son los proyectos que tienen posibilidades de salir adelante. A los proyectos que se valoren positivamente se les ofrece una ayuda económica en forma de préstamo para poner en marcha esa empresa, e incluso un seguimiento durante dos años de la propia empresa.

De esta manera, en los últimos 3 años se han atendido a más de 130 personas, y se han creado 16 nuevas empresas de lo más variado: desde explotaciones ganaderas hasta talleres de arreglos de ropa o tiendas de comestibles. Proyectos todos ellos muy asequibles a sus posibilidades, y muy ilusionantes, ya que son medianamente sencillos de poner en marcha.

lunes, 23 de noviembre de 2015

¡Gracias, voluntarios!

Galería de imágenes completa AQUÍ
El Ayuntamiento y el Obispado de Ávila quisieron mostrar su agradecimiento a todos aquellos que han colaborado en la organización y en el desarrollo del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa. Especialmente, a los casi 700 voluntarios que han dedicado su tiempo y su trabajo a esta causa. De esta manera, la sala de cámara del Centro de Congresos “Lienzo Norte” acogía el sábado una gala en la que se escuchó muchas veces la palabra “gracias”. Un acto con el que se pone el broche final a las actividades organizadas para conmemorar los 500 años del nacimiento de la Santa abulense.

En palabras de nuestro Obispo, el sábado celebrábamos "un día de acción de gracias, tanto a voluntarios como a organismos y medios de comunicación", porque con la celebración del V Centenario del nacimiento de la andariega abulense, se ha podido comprobar "su capacidad de servicio". “Nos sentimos muy felices y es un orgullo ver que cuando llegan los momentos importantes podemos hacer las cosas bien, aunque con sencillez y humildad por otra parte”, decía Don Jesús.
Galería de imágenes completa AQUÍ

Un acto sencillo, en el que los propios voluntarios pudieron expresar sus sensaciones del año que ahora termina, representados en cuatro testimonios: los de Adrián, Rocío, Artemio y Sonsoles. Cada uno desde su propia experiencia, pero con un punto en común: pese ha los momentos duros o de dificultad, todos volverían a repetir la experiencia, puesto que dejaron claro que el V Centenario les ha aportado mucho más de lo que dieron. También hubo palabras por parte de Protección Civil, el grupo de voluntarios que han velado por la seguridad y el bienestar de todos durante este año tan importante.

Tras los testimonios, los voluntarios pasaron a recoger un pequeño detalle que habían realizado las monjas carmelitas de La Encarnación y San José. Más tarde recogerían también su diploma que recuerda el agradecimiento de la ciudad y la Iglesia abulense por su generosa entrega. Asimismo, representantes de diferentes empresas, instituciones, medios de comunicación,  cuerpos y fuerzas de seguridad, y otros organismos recibieron el reconocimiento público por su apoyo y trabajo durante el Centenario. Un año que ha sido posible gracias al esfuerzo y la suma de muchas manos. ¡¡¡Gracias!!!!



domingo, 15 de noviembre de 2015

“Una Iglesia y miles de historias gracias a ti”

“Una Iglesia y miles de historias gracias a ti” es el lema propuesto este año para la celebración del Día de la Iglesia Diocesana. Un lema que nos remite a dos conceptos fundamentales para entender la Iglesia hoy: unidad y universalidad. Es cierto que lo que celebramos de manera especial en este día es la manifestación y concreción en cada Iglesia local de una realidad mucho más amplia, con unas características y fisonomía propias, pero que, al mismo tiempo, es la misma Iglesia que existe en su totalidad extendida por todo el mundo como nuevo pueblo de Dios.

Esta Iglesia particular, doméstica, más familiar si se quiere, es la que formamos todos y cada uno de nosotros desde nuestras realidades vitales más concretas; es el resultado de “miles de historias”, la suma de una infinita cotidianeidad, que queda perfectamente ensamblada por la presencia de Cristo en medio de ella; una presencia que no es puramente simbólica, sino de una fuerza y realidad abrumadora, que desborda toda expectativa humana, ya que por Cristo “[…] del cual todo el cuerpo bien ajustado y unida a través de todo el complejo de junturas que lo nutren, actuando a la medida de cada parte, se procura el crecimiento del cuerpo, para construcción de sí mismo en el amor” (Ef 4, 16)

Por el bautismo nos incorporamos a la Iglesia, se nos invita a una “nueva vida”. Renacidos como “criatura nueva” (2 Cor 17), el bautismo nos interpela y da fuerza para ponernos al servicio de los demás, para poder construir un mundo de verdaderos hermanos. Es San Lucas quien, en los Hechos de los Apóstoles, nos presenta la imagen de aquellas comunidades primitivas constituidas en koinonía (comunión, unión fraterna). Esta imagen de Iglesia es la de una comunidad de creyentes que vive en comunión: “Los que escuchan la Palabra de Dios y siguen a Jesús, encuentran en la Iglesia un lugar de comunión en donde poder realizar juntos la experiencia de sentirse salvados”.

Esta misma incorporación de pleno derecho a la Iglesia, a Cristo, por medio del bautismo, nos abre las puertas a una cantidad considerable de derechos, pero también de obligaciones. Como creyentes tenemos derecho a conocer, a participar, a ser activos de la vida y actividad de nuestra Iglesia; del mismo modo, se nos anima a contribuir de manera generosa y responsable en el cuidado y sostenimiento de nuestras comunidades. Cada uno desde su distinta realidad discierne de qué manera puede contribuir a que la Iglesia lleve a cabo su fin último.

Lo define concretamente San Pablo: “Y Él ha constituido a unos, apóstoles, a otros, profetas, a otros, evangelistas, a otros, pastores y doctores, para el perfeccionamiento de los santos, en función de su ministerio, y para la erradicación del cuerpo de Cristo; hasta que lleguemos todos a la unidad en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios, al Hombre perfecto, a la medida de Cristo en su plenitud” (Ef 4, 11 – 13) ¿Yo me siento apóstol, profeta, evangelista, pastor o doctor? Sería este un buen ejercicio de examen en la jornada de la Iglesia diocesana, para dialogarlo después con mi párroco.


Encomendamos a María, Madre de la Iglesia, toda la vida de la Iglesia, en este día, especialmente, la de las Iglesias locales. En sus manos ponemos nuestras actividades y nuestra respuesta generosa al servicio de los hombres, nuestros hermanos.

+ Jesús, Obispo de Ávila

jueves, 12 de noviembre de 2015

¿Cómo puedo colaborar con mi parroquia?


En la campaña de la Iglesia Diocesana, se nos pide corresponsabilidad y colaboración. Muy bien, pero ¿cómo lo hacemos? ¿Cómo podemos colaborar? Nos pasa con nuestra parroquia exactamente lo mismo que nos pasa en casa, con nuestra familia… Como están ahí y no nos faltan, no le damos mérito a todo lo que tenemos en ella. 

En una parroquia fuimos bautizados y, por eso, pertenecemos a la familia de los hijos de Dios. Somos hermanos entre nosotros por el bautismo, hijos de un mismo Padre. A continuación te vamos decir cosas muy sencillas para sentirte un poco más familia, un poco más parroquia. Igual te suena raro, pero la historia de Dios con los hombres es una historia de amor. Por eso, cuanto más conocemos, más queremos conocer. Es algo tan grande…


1.º ¿Conoces la historia de tu parroquia? ¿Cuándo se construyó? ¿Quién la construyó? ¿Su historia? ¿Los primeros sacerdotes? ¿Los primeros catequistas? El primer bautizo, la primera boda… Hay mucha historia por descubrir y tú formas parte de esa historia. La parroquia nos acompaña en los momentos más importantes y también más cotidianos de nuestra vida.

2.º ¿Conoces cuántos grupos hay? Niños, jóvenes y adultos tienen, al menos, una hora semanal en la parroquia, y van conociendo cada día mejor a Jesucristo. Forman su fe porque hoy es más necesario que nunca dar razón de nuestra esperanza. ¿Por qué creo? ¿Para qué creo?

3.º Quizá, acaso, perteneces a una parroquia muy pequeña, pero esto sirve para una gran parroquia y, también, para una que no lo es tanto. ¿A cuántas personas visita el sacerdote a la semana? ¿O el grupo de Cáritas? ¿Y las personas que acompañan a los enfermos?

4.º Y todo esto, ¿para qué? A lo mejor tú puedes colaborar en alguna actividad en tu parroquia. Puedes dar catequesis, visitar a personas mayores, recibir también catequesis y profundizar en la fe…

5.º Quizá eso de sentarte en una reunión no va contigo. Hoy, por ejemplo, hay templos que, desgraciadamente, no se pueden abrir. Los sacerdotes no pueden llegar a todo, y es importante que haya templos abiertos donde poder rezar, donde encontrarse diariamente en silencio y orar… Tú podrías ofrecerte para estar pendiente del templo y de sus visitantes una hora al día, o a la semana, o cuando puedas. Será un gran y valioso servicio.

6.º ¿Tampoco? ¿Rezar? Fíjate qué importante. Rezar por tu parroquia, por los niños que van a recibir la primera comunión este año; los jóvenes que recibirán el sacramento de la confirmación; los que se van a casar; o por los que han fallecido… Rezar para que la parroquia sea en medio de tu barrio o de tu pueblo un lugar de puertas abiertas, un lugar de misericordia y de esperanza.

7.º  Colaboradores voluntarios de Cáritas, de Manos Unidas… ¡Hay tanto por hacer! ¡Tanta necesidad material y espiritual! ¡Tanta falta de consuelo y de esperanza! La mayor de las virtudes es la caridad. En nuestra parroquia tenemos que vivir con fortaleza en la fe, con seguridad en la esperanza y con constancia en el amor. Hacer de la parroquia un lugar cercano, cálido… Una parroquia de puertas abiertas.

8.º Igual que en nuestras casas, también la casa de nuestra familia en la fe tiene unos gastos mensuales: luz, agua, teléfono, limpieza de salas de catequesis, calefacción… Quizá se necesita alguna reforma: tejados, u otras obras de mantenimiento. ¿Te has interesado alguna vez por esta cuestión? ¿Conoces el presupuesto anual? ¿Conoces los gastos y los ingresos? ¿Qué se puede estar necesitando? También es nuestra casa y las necesidades de nuestra familia.

9.º En el tema económico también puedes ayudar. Con mucho o con poco. Esporádicamente o mensualmente, trimestralmente, semestralmente o anualmente. Además, ahora es una gran oportunidad, porque desde enero de 2016 los donativos a cualquier institución, asociación u oenegé van a desgravar más por ley; esto mismo se aplica, por supuesto, a las donaciones que realices a la parroquia y a la diócesis. Puedes descargarte AQUÍ un díptico informativo.

miércoles, 11 de noviembre de 2015

"Los dineros" de la Iglesia de Ávila

Rueda de prensa del Día de la Iglesia Diocesana
(Foto: Tribuna de Ávila)
Este domingo la Iglesia celebra el Día de la Iglesia Diocesana. Una jornada para recordar que todos formamos parte de esta gran familia de la Iglesia, y que somos corresponsables de su funcionamiento. Una Iglesia conformada como una composición entre realidades pequeñas, diminutas, que conforman una realidad mucho más compleja y dinámica que abarca los 5 continentes. Así lo explicaba nuestro Obispo D. Jesús, haciendo hincapié en que es precisamente Cristo quien sirve de unión, de engranaje para que todas esas pequeñas historias formen una sola realidad: la Iglesia universal.

Como es costumbre, también se han dado a conocer los resultados económicos de la diócesis (puedes consultarlos aquí), que este año se han saldado con unos ingresos y unos gastos de algo más de 5 millones de euros. El nuevo ecónomo diocesano, Alejandro Jiménez, ha anunciado que de nuevo, el mayor porcentaje de los ingresos proviene de la asignación tributaria (un 42 % del total). Algo más de 2 millones de euros): se destinan a retribución del clero, retribución del personal seglar, mantenimiento del seminario diocesano, y los gastos de funcionamiento de la Curia y las parroquias. Según el ecónomo, la tendencia es que las aportaciones de los fieles por medio de colectas, herencias, donativos y aportaciones periódicas vayan aumentando, y disminuya el montante obtenido de la asignación tributaria, debido tanto a la crisis económica como a la despoblación que sufre nuestra diócesis.  No obstante,  ha insistido en la idea de que nuestra diócesis es una de las más generosas de toda España, tanto en aportaciones de los fieles como en la declaración de la renta, situándose 10 puntos por encima de la media nacional en número de fieles que marcan la X de la Iglesia.
Estos son los resultados porcentuales del ejercicio de 2014:

1.- INGRESOS
- Ingresos provenientes de aportaciones de fieles: 34,6 %
- Ingresos de la X de la Declaración de la Renta: 42,2 %
- El otro 23,2 % restante de los ingresos proviene de otros capítulos como ingresos resultantes del patrimonio, ingresos corrientes e ingresos extraordinarios.

2.- GASTOS
- Gastos de acciones pastorales y asistenciales: 11,29 %
- Retribución del clero: 32,7 % del total (no llega a un tercio del total de gastos)
- Retribución de seglares: 3,8 %
- Aportaciones a otros centros diocesanos: 1,2 %
- Conservación de edificios y gastos de funcionamiento: 21,23 %
- Gastos extraordinarios: 22,57 % (gran parte de ellos destinados al préstamo concedido para la construcción del nuevo templo parroquial de San Pedro Bautista)
- Existe un remanente de más de 360.000 euros considerado como “capacidad de financiación”, es decir, que se destinará a los gastos del siguiente ejercicio.

Alejandro Jiménez ha querido aclarar varios aspectos que puedan suscitar alguna duda, en esecial al capítulo de ingresos por subvenciones públicas. En este sentido, ha explicado que todo el dinero que la diócesis obtiene de este tipo de subvenciones se destina íntegramente a la conservación y reparación de templos, pero sólo constituye un 25 % de todo lo que se gasta en este apartado (el 75 % restante son aportaciones de la propia diócesis).

 YA NO "SE VIVE COMO UN CURA"
Asimismo, ha querido romper una lanza a favor de los sacerdotes, ya que cada vez son menos (existen tan sólo 52 curas menores de 65 años) y cada vez tienen más ocupaciones y más horas de dedicación exclusiva a sus tareas pastorales. El tiempo que dedican entre semana a atención de parroquias, enfermos, familias necesitadas, … es inmenso, y se amplía los fines de semana, en los que tienen que viajar de pueblo en pueblo a decir varias misas cada uno. Personas profesionalmente cualificadas y con amplia experiencia profesional que realizan todo ello por un suelo neto de 720 euros al mes, por lo que, a su juicio, la expresión "vives como un cura" ya no tiene justificación.

Con respecto a la educación, el ecónomo ha querido desmontar los argumentos que critican la enseñanza concertada y lo que recibe la Iglesia para este tema, tachado en no pocas ocasiones como un “despilfarro”. Y asegura que, mientras que una plaza pública le cuesta al Estado unos 3500 euros por alumno, una plaza en un colegio concertado le cuesta 1800 euros. Esto significa que el Estado ahorra por cada plaza concertada unos 1600 euros por alumno (3 mil millones de euros en todo el país). En lo que respecta a Ávila, y hablando sólo de los colegios diocesanos (Asunción de Nuestra Señora y Pablo VI, que tienen entre los dos 2773 alumnos), esta diócesis está ahorrando al Estado 4,6 millones de euros, que es el doble de lo que percibe la iglesia abulense por la asignación tributaria.

martes, 10 de noviembre de 2015

Pastoral prematrimonial y actividades con matrimonios jóvenes

El Secretariado de Familia y Vida de la diócesis de Ávila ha dado a conocer las fechas de los cursillos prematrimoniales para este curso 2015 – 2016. Son las siguientes:

* Noviembre 2015.- Días 28 y 29
* Enero 2016.- Días 30 y 31
* Febrero 2016.- Días 27 y 28
* Abril 2016.- Días 2 y 3 // Días 23 y 24
* Mayo 2016.- Días 28 y 29

Todos los cursillos se realizarán en el Seminario Diocesano (Avda. Inmaculada, 9, 3ª planta) durante todo el fin de semana en horario de sábado de 9:45 a 14 hs y de 16 a 19 horas, y el domingo de 10 a 13:30 hs.

Para poder realizar alguno de estos cursillos, los futuros contrayentes han de contactar, en primer lugar, con el párroco de la iglesia donde vayan a casarse. Tras ello, deben reservar plaza llamando al teléfono 920 353 900 extensión 130, en horario de miércoles de 12 a 13 horas. A la hora de hacer la inscripción, deben aportar los nombres y los DNI de los novios, así como un teléfono de contacto. Además, se deberá hacer el ingreso de la matrícula en la cuenta corriente que se les facilitará cuando formalicen la inscripción, indicando en el concepto “cursos prematrimoniales”, debiendo llevar el resguardo al presentarse al curso, con el fin de formalizar el Certificado de Asistencia al Curso Prematrimonial. Para aquellas parejas que sean de fuera de Ávila capital, existe la posibilidad de comer en el propio Seminario, para lo cual deben indicarlo a la hora de hacer la reserva de plaza telefónica.

OTRAS ACTIVIDADES
Por otro lado, el Secretariado de Familia y Vida también organiza, un año más, distintas actividades destinadas a la formación cristiana en el ámbito familiar y la defensa de la vida. En primer lugar, se retoman las reuniones de matrimonios jóvenes, que tienen como objetivo compartir la fe con otras parejas que tienen las mismas inquietudes, con el fin de poder vivir en plenitud la vocación matrimonial, y profundizar en el Sacramento del Matrimonio y la familia. Más información en el 920 353 900 extensión 130 o a través de las parroquias.

Asimismo, está prevista, como cada curso, la realización de talleres de aprendizaje de métodos naturales de regulación de la fertilidad, científicamente eficaces. Están impartidos por monitores titulados, y constarán de varias sesiones personalizadas, completamente gratuitas. Más información en familiayvida@diocesisdeavila.com

Por último, en colaboración con el Movimiento Familiar Cristiano, se pondrán en marcha unos encuentros conyugales los fines de semana.

domingo, 8 de noviembre de 2015

Padres: enseñemos a rezar a nuestros hijos

Queridos diocesanos:

Acaba de clausurarse en Roma el Sínodo de las Familias, en el que los obispos han reflexionado y dialogado sobre la institución familiar y la sociedad actual. Muchas han sido las cuestiones tratadas al respecto, hoy me detengo en una de ellas: la importancia de los padres como educadores y transmisores de la fe a sus hijos.

El número 67 del documento final del Sínodo propone: “es importante que los padres se involucren activamente en el camino de preparación para los sacramentos de la iniciación cristiana, en calidad de primeros educadores y testimonios de fe para sus hijos”. En efecto, el padre y la madre tienen esa especial misión en la Iglesia, que les lleva a enseñar el camino de la fe a sus hijos desde su infancia. Un camino que se inicia con la oración, como medio de “tratar de amistad con quien sabemos nos ama”, conforme al magisterio de Santa Teresa.

En muchas familias ahora ya no se reza. ¿Por qué razón? Las prisas, las distracciones, la falta de hábito… Decía el Papa Francisco el pasado mes de marzo que nos hemos acostumbrado a vivir en una sociedad que ha olvidado a Dios, “donde los padres ya no enseñan a los hijos a rezar ni a santiguarse. Yo os pregunto: vuestros hijos, vuestros niños, ¿saben hacer la señal de la cruz? ¿Se lo habéis enseñado? Pensad y responded en vuestro corazón. ¿Saben rezar el Padrenuestro? ¿Saben rezar a la Virgen con el Ave María? Pensad y respondeos. Este habituarse a comportamientos no cristianos y de comodidad nos narcotiza el corazón”  (Audiencia General, 5 de marzo de 2015)

Verdaderamente es una tarea hermosa el acompañar a los hijos en sus primeros pasos, también en lo que afecta a la vida espiritual. La familia es una comunidad de fe, esperanza y amor, por eso a la familia se la llama  "iglesia doméstica". Un hogar debe ser también un lugar de oración y de evangelización. Como señala el Sínodo, los padres están llamados a transmitir la fe a los miembros de su familia. En cierta manera están asumiendo el papel de guías espirituales de sus propios hijos y son para ellos sus primeros catequistas.

Pero ¿cómo podemos hacerlo? Antes que nada, recordemos que los niños aprenden por imitación, son como esponjas que absorben todo lo que ven y escuchan a su alrededor. Por ello, el primer paso consiste en que los hijos vean a sus padres rezar. Sólo así el hábito de oración surgirá en ellos con naturalidad. Es más, si el pequeño ve a su papá o a su mamá integrando la oración en sus quehaceres y rutinas diarias, podrá percibir la presencia de Dios en su hogar como algo espontaneo, bueno y necesario; y aprenderá actitudes que irán generando en él la sensibilidad religiosa. Se trata del despertar religioso. Los padres deberán enseñar a rezar a sus hijos, antes que con las palabras, con su testimonio de vida, “dando ejemplo” y siendo testigos de Cristo resucitado. El proceso de imitación que tienen los hijos respecto de sus padres hará el resto.

El segundo paso consiste en rezar con ellos. Hay que hacer participar al niño en la oración: que aprendan a santiguarse, a hacer la señal de la Cruz, a repetir algún canto, a rezar el padrenuestro o el avemaría, o simplemente a estar en silencio hablando Dios. Un ratito de oración antes de acostarse para dar gracias a Dios por el día que acaba, o al levantarse para pedirle que bendiga una nueva jornada, puede ser el comienzo de la vida de oración. Existen oraciones sencillas con las que todos hemos aprendido a rezar. ¿Quién no recuerda “Jesusito de mi vida”, o “Cuatro esquinitas tiene mi cama”? Es la prueba de que la oración queda grabada en la experiencia de los niños como algo gratificante, que pertenece a la vida de la familia, como reunirse, hablar, reír, discutir o divertirse.

Queridos padres: no os dejéis vencer por el desafecto social hacia lo espiritual. Acompañar a vuestros hijos en la fe es el mejor legado que podéis dejarles. La oración es un momento precioso para hacer más sólida la vida familiar, la amistad ¡Aprendamos a rezar cada vez más en familia y como familia!

Con mi bendición,

+ Jesús, Obispo de Ávila

jueves, 5 de noviembre de 2015

Las Jornadas de Apostolado Seglar ofrecen una primera aproximación al Año de la Misericordia

El pasado abril de este año, el Papa Francisco promulgaba la Bula con la que convocaba un Jubileo Extraordinario de la Misericordia para el próximo año, bajo el lema “Misericordiosos como el Padre”. En él hablaba de la Misericordia no como una palabra abstracta, sino como un rostro para reconocer, contemplar y servir. “¡Este es el tiempo oportuno para cambiar de vida! Este es el tiempo de dejarse tocar el corazón”. El deseo del Papa es que este tiempo se convierta en una oportunidad para “vivir en la vida de cada día la misericordia que desde siempre el Padre dispensa hacia nosotros. Que en este Año Jubilar, la Iglesia se transforme en el eco de la Palabra de Dios que resuene fuerte como palabra y gesto de perdón, de soporte, de ayuda, de amor”, señala el Santo Padre.

Por ello, este curso, las Jornadas de Formación del Apostolado Seglar (que cumplen 12 ediciones) han querido recoger la invitación de su Santidad y girarán en torno a la Misericordia en tres perspectivas:

1.- La “Misericordia del Padre en el camino de las familias”, en la que el arzobispo de Valladolid y Presidente de la Conferencia Episcopal, Monseñor Ricardo Blázquez, acercará las conclusiones del Sínodo de las Familias recientemente clausurado.

2.- “Misericordia de Dios, como el rostro verdadero de la Misericordia”, en la que el sacerdote diocesano D. Carlos Marcelo Barvarino dará las claves para discernir esta cuestión desde un punto de vista teológico.

3.- “La misericordia de Dios ante el drama de los refugiados”, un tema de importante actualidad que abordará el también sacerdote diocesano D. José Bullón Hernández.

Las tres charlas se desarrollarán los días 10, 11 y 12 de noviembre, en el Centro de recreo “San Juan de la Cruz” (situado en el Pasaje Reyes Católicos), a las 19:30 horas. La entrada es libre hasta completar el aforo.

martes, 3 de noviembre de 2015

"Camino de Iglesia". Noviembre 2015


Ya puedes consultar on line un nuevo número de la Hoja Diocesana "Camino de Iglesia". En este caso, el correspondiente al mes de noviembre de 2015. En él encontrarás la crónica de la clausura del V Centenario, así como un importante testimonio gráfico de la misma. También aparece destacada la información del Día de la Iglesia Diocesana que celebraremos en apenas 15 días. Otros puntos de interés de la publicación se centran en la exposición de los 500 años del Monasterio de La Encarnación, o el 25 aniversario del Colegio Mayor "Tomás Luis de Victoria", entre otros.

Puedes leer "Camino de Iglesia" en la aplicación que aparece en este mismo artículo, o descargarla en formato PDF pinchando AQUÍ

domingo, 1 de noviembre de 2015

"¡No tengáis miedo, tenéis un lugar reservado en mi casa!"


La conmemoración de los Fieles Difuntos nos ofrece una oportunidad para reflexionar sobre la muerte y la vida. En los días previos, los cementerios se van cubriendo con un manto de flores que simboliza nuestro recuerdo y nuestro amor hacia los seres queridos que han muerto. Pero también expresan para los cristianos el sentimiento de alegría y de esperanza que nos ofrece la fe en Jesucristo resucitado. La esperanza cristiana nos ayuda a experimentar el sentido de nuestra vida y nuestra muerte, que encuentran su razón última en la vida, pasión, muerte y resurrección de Jesucristo. De este modo, frente al sentimiento de dolor, de vacío y tristeza, que acompaña la pérdida de un ser querido, la Iglesia, en nombre de Jesús, nos ofrece acogida, escucha y compañía, expresión de la misericordia del Padre.

La Iglesia nos enseña cómo estar cerca de quien pierde a un ser querido y de aquel que ha partido ya a la casa del Padre. Lo hacemos practicando las obras de misericordia, consolando a los que están tristes, enterrando con dignidad a los muertos, que han sido templos del Espíritu Santo, y orando a Dios por los vivos y difuntos. La práctica de las obras de misericordia da la paz a quien parte y a quien permanece, nos lleva a sentir que Dios es más grande que la muerte, y que permaneciendo en Él, incluso la última separación la vivimos como un “hasta luego”, porque ellos y nosotros esperamos la resurrección final.

Próximos a iniciar el Año de la Misericordia, el Papa Francisco desea que éste sea un auténtico encuentro con la misericordia de Dios, que vivamos una experiencia viva de cercanía del Padre, que nos toca con la mano de su ternura para que nuestra fe se fortalezca. Esta fe nos ayudará a mirar con los ojos de Jesús el sentido pascual de nuestra propia muerte y la de nuestros seres queridos, intuyendo en nuestro corazón que la muerte no tiene la última palabra, porque del Señor viene la misericordia y la redención copiosa.
El Papa centra su atención sobre un punto que considera importante respecto al Año de la Misericordia: «La indulgencia Jubilar -dice- se puede ganar también para los difuntos. A ellos estamos unidos por el testimonio de la fe y caridad que nos dejaron. De igual modo que los recordamos en la celebración eucarística, también podemos, en el gran misterio de la comunión de los santos, rezar por ellos para que el rostro misericordioso del Padre los libre de todo residuo de culpa y pueda abrazarlos en la bienaventuranza que no tiene fin» (Carta 1/9/2015).

Queridos amigos, os aseguro mi oración por todos los miembros de esta diócesis que han partido este año a la Casa del Padre, comparto vuestro dolor y también vuestra esperanza. ¡Mucho ánimo! Cuando los cristianos de Tesalónica se mostraban turbados y conmovidos por el fallecimiento de los miembros de aquella comunidad, el apóstol Pablo les consolaba de este modo: «No quiero que ignoréis la suerte de los difuntos, para que no os aflijáis como hombres sin esperanza. Pues si creemos que Jesús ha muerto y resucitado, del mismo modo a los que han muerto, Dios, por medio de Jesús, los llevará con él. Esto es lo que decimos apoyados en la palabra del Señor» (1 Tes 4, 13-15).


Con esta certeza que nos llena de consuelo, os bendigo con afecto.


+Jesús, Obispo de Ávila